EN LA CASA DE ADRIEN
El héroe de París entra a su casa por su ventana, por obvias razones, y lo hizo justo a tiempo, porque apenas entró su transformación se deshizo, dejando ver su identidad civil, a aquel joven rubio de ojos verdes de 16 años que todo el mundo amaba, y al estar así, su kwami, aquella criatura con facciones gatunas, se empieza a quejar por no tener su queso listo.
-¿Y donde está mi queso? -menciona casi indignado el kwami gatuno- estoy taaaan exhausto -se empieza a quejar sobre la cama extendiéndose en ella.
-cálmate Plagg, aquí tengo tu queso -dice el rubio abriendo un pequeño envase, sacando algo de queso.
-ahhh!!! Mi amado camembert, te extrañe tanto -menciona el kwami abrazando su queso como si fuera la última vez que lo toque, acto seguido lo empieza a comer.
-tú y tu manía con el queso, ¿Por qué no tienes alguna otra manía? Cualquier cosa sería mejor que el queso -comenta el rubio mientras se sienta en su sofá.
-Shhhh, no lo escuches -dice Plagg susurrando mientras acaricia su queso- el sólo está celoso de nuestra cercanía -mira al rubio con algo de indignación.
-A eso me refiero -señalando al kwami y su queso- lo que acabas de hacer no lo haría nadie que tuviera sentido común -dice finalmente con una mano en el mentón con expresión acertada- esa manía es mala para ti -contesta firmemente el de ojos verdes.
-No empecemos a hablar de manías que la tuya es más rara que la mía -dice Plagg habiendo terminado su queso.
-¿De qué hablas? -pregunta el rubio haciendo una mueca de duda- Yo no tengo manías -esboza por último después de habérselo pensado un poco.
-Si claro -menciona con sarcasmo y luego se dirige hasta su portador- ¿Y Ladybug qué? -dice Plagg con el rostro en alto, sabiendo que había ganado.
-Ella -el rubio se sonroja al darse cuenta que su kwami acertó, pero no quiso darle su victoria aún- ella es el amor de mi vida, no un vicio -en parte sabe que tiene razón porque lo ha dicho infinidad de veces.
-Ahh, ¿Será verdad? -el kwami se acerca a un cajón con cerrojo- ¿Qué pasaría si yo veo lo que hay dentro de este cajón? -al escuchar aquella amenaza por parte del de facciones gatunas el rubio fue corriendo hasta llegar donde el cajón.
-Está bien, tu ganas, mi manía es mas rara que la tuya -habla el rubio dándose por vencido- ¿Y tú como sabías sobre el cajón? -menciona con duda el rubio.
-Niño, no todo lo que haces es secreto para mí, te he visto varias veces abriendo ese cajón con mucho sigilo y a la vez vigilando que nadie te viera -le dice Plagg ya sabiendo su secreto.
-Bien, parece que no utilicé bien mi talento como ninja -dice Adrien soltando un bostezo- ya es muy tarde, lo mejor será dormir.
Después de un largo día, dormir era lo único que quería hacer el rubio, y lo único que quería el kwami era su queso, pero sabiendo cuan agotado estaba su portador decidió que lo mejor era no molestarlo hasta mañana.
Adrien se empieza a poner su pijama que consistía en un pantalón y un polo, bastante simple, pero le gustaba de esa manera porque él quería ser un joven normal, tener amigos, asistir a un colegio, jugar como los demás, y ese año el vivía ese sueño, claro que lo de ser un superhéroe no se lo esperaba, pero le gustaba, además que había encontrado el amor, pero aquella dama que lo hacía suspirar no parecía igual de convencida que el, pero no le importaba porque sabe que puede hacerlo, puede hacer que su bichito también lo ame.
Adrien se durmió con aquel pensamiento, convencido que después de tanto sufrimiento al final sería feliz con la muchacha que él amaba, y que nadie nunca los molestaría.
EN LA CASA DE MARINETTE
En la terraza de la panadería de los Dupain-Cheng había una heroína vestida de Catarina, cualquiera que la viera se preguntaría "¿Qué hace Ladybug en aquella terraza?", por suerte era de noche, y ya casi nadie camina a esas horas, pero de igual manera la heroína con cabello azabache se tenia que ocultar, nadie debía conocer su secreto, que ella era Marinette Dupain-Cheng, una simple estudiante de 15 años, con una vida normal y sueños como otros.
La Catarina entró sigilosamente por la escotilla del techo, vigilando que nadie la viera, y ya habiendo entrado a su habitación y sintiéndose segura se quitó su transformación dejando salir a un kwami rojo con motas negras (puntos) que había existido desde hace más de 500 años llamada tikki, la responsable de que Ladybug existiera.
-hoy fue una noche larga -menciona la azabache exhausta recostándose sobre su sofá.
- vamos Marinette -esboza la misteriosa criatura moteada- cada vida salvada te debe animar, hoy haz hecho un gran trabajo por esa chica, te mereces un descanso, aunque después tengas que volver a tu agobiante vida de escolar.
-Ni que me lo recuerdes -la Dupain-Cheng mira un momento hacia la pared, seria, casi como si no tuviera emociones, en eso se levanta y camina hacia un pequeño estante- debes tener hambre, aquí te dejo tus galletas, yo ya me voy a dormir -de frente se cambió y se acostó.
-Uhmm -la criatura moteada notó el extraño cambio de actitud de su portadora, pero no dijo nada puesto que pensaba que se comportaba así porque estaba cansada. La kwami se acabó sus galletas y se fue a dormir cerca de su portadora, en la misma cama.
La verdadera razón por la que Marinette se encontraba así no era por la escuela o por su trabajo como heroína de París, sino por aquel gato con ojos esmeralda y cabellos de oro, que con cada chiste malo le sacaba una pequeña risa a la heroína, y a ella le gustaba, disfrutaba su compañía, lo apreciaba bastante, pero.... El disgusto fue por esa noche, por aquella chica que habían salvado.
¿Porqué se sentía de esa manera?, ¿Acaso ella estaba celo..? No, ella no aceptaba esas palabras como respuesta, para ella era imposible pensar eso, pero de alguna manera sentía desconfianza hacia aquella chica que salvaron y de alguna manera estaba algo asustada, ¿Pero de qué? ¿De perder a Chat Noir?
Marinette ya no quería pensar en esas cosas, sólo durmió.
ososososososososososososososososososososososososososos
Hola de nuevooooo
Lamento subir esto muy tarde, si, ya sé, fueron 2 semanas que pasaron :\ lo lamento u_u pero mis estudios absorben mi tiempo.
Aunque, tampoco es como que alguien lea mi fanfic :'v que sad we, y si lees mi fic, te lo agradezco :3 de corazón.
Bueno, aquí está el tercer capítulo, no es muy largo que digamos, espero lo disfruten.
El próximo capítulo lo subiré en dos semanas, y será así hasta que termine el ciclo de la universidad, gracias por entender.
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Un nuevo comienzo
Fiksi RemajaDespués de lo acontecido en la primera temporada, Ladybug y Chat Noir nos cuentan sus aventuras y romances.