3. Quemaduras

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Disclaimer: Ya saben, ¡nada me pertenece! Los personajes pertenecen a Marvel y la historia a MaverikFlame (esta es una traducción).

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3. Quemaduras

—¡Loki!

El suelo sabía a polvo. Loki se ahogó y entornó los ojos entre el picor de la arena y la crueldad del sol. La tierra se movió y se coló entre sus dedos mientras intentaba levantarse.

—Loki. Ey.

Una sombra bloqueó el resplandor del sol y Loki parpadeó y abrió los ojos para observar un mundo saturado de arena amarilla-anaranjada y un cielo azul, dos planos de color sólido encontrándose y chocando en la distancia.

Le palpitaba la cabeza. El azul y el amarillo eran demasiado, cerró los ojos y mordió su lengua para frenar un gemido.

Entonces notó el peso en su hombro en forma de una palma y cuatro dedos, un peso que se presionó, se apretó y lo sacudió.

—¡Loki, maldita sea!

El calor era un segundo peso, una manta gruesa de la que no podía desenredarse. Sofocándolo.

—Tony —dijo Loki, apretando los dientes. Se lamió los labios y probó más polvo—. Silencio. —Golpeteó la mano en su brazo sin entusiasmo—. Estoy cansado.

Una exhalación que sonó como una maldición. La mano en su hombro se movió para palmear su mejilla, piel pegajosa contra piel pegajosa. Loki hizo una mueca mientras el contacto hacía a su cabeza latir en breves pinchazos de dolor.

—Más tarde podrás tomar una siesta, Lokes. Levántate.

Loki no quería levantarse en este momento, pero la voz de Tony sonaba tensa a pesar de su bravuconería. El dios rodó sobre su espalda para mirarlo.

El sudor manchaba el rostro de Tony, agudizando su cabello en pequeñas puntas, y aunque sonreía torcidamente, sus ojos estaban duros de preocupación. Todavía estaba en su armadura, pero no tenía casco.

¿Por qué Tony estaba en su armadura?

De hecho, ¿por qué él también tenía puesta la suya?

—Estamos en un desierto —se preguntó Loki en voz alta, arrastrando las palabras con una lengua algodonosa—. ¿Por qué estamos en un desierto?

El suspiro de respuesta de Tony se sintió como una bocanada de aire contra el rostro de Loki.

—Esa iba a ser mi segunda pregunta —dijo.

Loki parpadeó, ceño fruncido.

—¿Cuál era la primera?

—La primera es: ¿estás bien?

Loki sonrió débilmente, torcidamente.

—Qué conmovedor —murmuró.

—Bueno, ¿lo estás? —preguntó Tony. Ahora había un filo en su voz.

—¿Y cuándo no lo he estado? —Sus balbuceos no fueron de ayuda.

Tony rodó los ojos.

—Bueno, esa sí que fue una respuesta —se quejó— ¿Puedes responder al menos la pregunta número tres?

—¿Cuál es?

—¿Qué demonios acaba de suceder?

Loki frunció el ceño y miró hacia la distancia. El calor estaba sofocando sus pensamientos.

Mortalidad (IronFrost - Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora