MANICOMIO [joerick]

5

Amaneció y por parte del internado les daban tres horas para poder salir y hacer lo que se les diese la gana. Erick salió y fue directo a su casa, solo iría para ver a su esposa. Llego y no encuentro a nadie cuando abrió la puerta y busco en su habitación a su esposa.

Bufo y se dirigió a la cocina para tomar algo de comer y beber. —¿Solo tostadas?— se preguntó, pues se supone que le mandaba dinero a Letty y ella le aseguraba que compraba comida y cosas para el uso íntimo.

Miró hacia el reloj que estaba arriba del refrigerador y miró la hora. —Mierda siete y media, ya es tarde.

Tomó dos tostadas, las comería en el camino. Era tarde, a las 8:00a.m tenía que estar con Joel para el desayuno, salió rápidamente de la casa y corrió en dirección hacia el internado.

Llego cinco minutos antes, saco su tarjeta y la pasó por la puerta para que marcara su asistencia y hora de llegado del trabajo. Saludo a unos compañeros y se dirigió al piso donde donde Joel se encontraba.

—Buenos días, hora de desayunar.— saludo y dijo cortésmente Erick.

Joel se levantó rápidamente y le sonrió a Erick. —Buenos días, regresaste precioso.

Erik rodó los ojos y se limitó a responder. Termino de abrir la puerta y vio que Joel traía puesta una camisa de fuerza, frunció sus cejas al tratar de recordar si él fue el que se la puso.

—Fue tu amigo.— dijo Joel como si leerá la mente de Erick.

Erick no entendía. —¿Amigo?— pregunto.

Joel bufo y se acercó a Erick. —El guardia.

—Oh, ¿Javier?— mencionó Erick y Joel rodó los ojos y asintió. —¿Por qué?

—Oye bonito, deberías llevarme al desayuno.— dijo Joel evadiendo la conversación anterior con Erick. —Pero dejarás quitarme esto.— se dio la vuelta dando a entender que quite los nudos de la camisa.

Erick dudo en hacerlo, pero al final lo hizo. Quito la camisa completamente y Joel estiró sus brazos mientras hacía un gesto de dolor.

—Vamos a desayunar.— dijo Joel acercándose a Erick y acariciando su mejilla. —Realmente eres precioso.— Sus rostros estaban demasiado cerca y Joel lamió levemente los labios de Erick.

El cuerpo de Erick tembló por el roce y Joel sintió como su cuerpo reaccionaba, entonces lo sujeto y lo pegó más a él.

—Dame una oportunidad.— dijo sin más y Erick juro que en algún momento vomitaría.

—No puedo.— fue la respuesta de Erick y se alejó, se hizo a un lado para que Joel pudiera salir y fueran hacia el comedor.