Tristes verdades (- Tomco- ) _libro 2_

capítulo 8

NARRADORA

Marco, Star y Tom se encontraban caminando por el centro comercial, el castaño y al rubia mantenian el ceño fruncido, ante la presencia del demonio de tres ojos, todo estaba tranquillo, pero se podia sentir un ambiente tenso entre el de cabellos rosas y la rubia, el castaño por otro lado hacia lo posibel para ocultar su nerviosismo, ante el ambiente que iba y vinia de parte de aquel chico y chica, el menor se distrajo en una pequeña tienda, dejando a atras al demonio y a la princesa solos

Tom

- ¿ en donde se metio Marco? - pregunte a la nada, un poco preocupado, sabiendo que al chica a mi lado no me contestaria, la mire de reojo encontrando que esta miraba un lugar en especifico, cuando iba a voltear a ver que al tenia tan distraida, me empujo con un dedo furiosa, sonrei divertido ante la situacion

- deja a Marco, lo lastimaras, lo que haces esta mal y lo sabes................ - al calle antes de que siguiera con el mismo tema de siempre, al acorrale en un pared, que es encontraba en un tipo de callejon, Star se puso palida por mi accion

- esto no se acaba, hasta que yo lo diga, o ¿es que no te acuerdas de lo que hablamos? - dije co una sonrisa sarcastica y cinica, mientras levantaba con una mano el menton de la rubia, a cual trago en seco

MARCO 

regrese de mi transe al salir de la tienda, con una bolsa en manos, mire el lugar buscando a Star y a Tom, pero conociendolos deberian estar peleando en algun lugar de recinto, siguo caminan pasillo tras pasillo, tratando de encontrar a esos dos, en uno de os pasillos habia un tipo de "callejon" donde divise la espalda del demonio que me volvia loco, me quede paralizado en mi lugar, Tom estaba besando a Star, pude notar que ella se encontraba palida, ante lo cerca que estaba el demonio, algo se rompio dentro de mi, mis piernas y mi brazo se movieron solos, mi conciencia se desconecto por un momento, cuando reaccione el chico de cuernos estaba en piso sobandose la mejilla aturdido y llevaba a mi mejor amiga hacia al salida, sin decir nadas y con ganas de gritar de todo

NARRADORA

Tom en el piso y aun aturdido por el golpe del menor, se puso a pensar, habia metido a pata, cosa e resutaria un poco deficil de enmendar, pero conservaba a pequeña esperanza de poder arregar el problema que causo