Tú y tus manías de ser él amor de mis días

Algunas noches.

Me gustaría tanto
poder decirte
que cada noche,
cada larga noche de insomnio que he tenido
desde aquella tarde de Agosto;

He pensado en ti.
Como siempre.
Todo él tiempo estoy pensando en ti.

En él brillo de tus ojos cafés,
que tienen más de oro que de café,
Y más de perlas que de ojos.

Y que no sólo te pienso, amor mío
también te lloro,
te recito los poemas que me dejaste en la punta de la lengua

Y los que me inspiraste al pasar por mi vida con tus costumbres y manías
Esas que sólo ví en ti
y que jamás borraré.

Que no sólo te pienso,
te lloro y te recito poemas,
que también te recuerdo
te hago reír en mis sueños.

Si, te sueño.
Tú eres un sueño
No sé cómo te traje a mi realidad, y menos sé como te dejé ir de ella.

Y sobre todo,
Y más importante aún:
Rezo.

Rezo por ti,
porque te encuentres bien
y que en alguna parte de tu corazón
sigas esperando nuestro encuentro.

Porque Dios me conceda él milagro
de devolverme mi luz
y mi felicidad.

No pido paz mundial,
sólo pido paz para ti, para mi propio mundo.

Suena egoísta,
pero eso soy desde
que te topé en mi camino,
cada una de tus células,
de tus neuronas
y de los átomos
que te componen,
Los quiero.

Te quiero sólo para mí.
Tú, todo para mí.