Tú y tus manías de ser él amor de mis días

Después de algunas noches

Sabes,
nunca mentí cuando decía
que desde que te conocí
no tuve ojos para nadie más
Que
no
fueras
tú.

Tu sonrisa me acaricia
en esas noches de soledad
que me dejaste
lo único que presumo que me quedó de ti.

Mi amor,
te veías tan precioso
Aquella tarde que por casualidad
nos topamos.

Y te veías tan hermoso,
como la penúltima vez
que te vi.
Eres un ángel,
eres mi vida.

Eras mi todo, lo eres
Eres mi primer lugar
eres mi único lugar.

Eres mi luz,
eres mi oscuridad.

Eres él amor y él odio
que dejaste
cuando llegaste a mi vida.

Y tus rizos de oro
siguen perfectamente
recordados, cada uno
por su nombre.

Porque eso es,
para mí
mi más grande tesoro.