Capítulo Cinco.

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Estoy que me caigo de sueño. Entró al avión a través del túnel y busco el número del asiento. Me siento y coloco mi mochila en mis piernas. He llegado con el tiempo justo desde el tren para poder embarcar. Que estrés dios.

Pensar que voy a pasar dos horas y media aproximadamente metida en éste cacharro me agobia un poco así que en cuanto terminan las azafatas de explicar las típicas instrucciones de seguridad saco mi mp4 y me intento relajar. Obviamente no lo consigo, entre muchas de las canciones que tengo en mp4 están las de One direction y pensar que en menos de tres horas voy a estar en Londres para conocerlos me pone todavía más nerviosa.  

Las horas se me pasaron muy lentas y notaba como pasaban cada minuto de éstas. Estábamos a punto de aterrizar así que me deshice de mis cascos y los guardé de nuevo. No es que odiara los aviones, pero no soportaba que se me taponaran los oídos en el despegue y en el aterrizaje. Las azafatas informaron que podíamos ir saliendo y así hice yo realmente agradecida.

Según había leído en la información que me había mandado Tim nos encontraríamos todas las afortunadas en el aeropuerto. Tenía que ir a la terminal 6. Recogí mi equipaje y me dirigí veloz hacía ésta. Me encontré a un pequeño grupo de personas reunidas y vi que uno de ellos tenía una identificación con el logo de One direction. Me acerqué con cierta indecisión y pregunté.

- ¿Es usted uno de los organizadores del meeting de One direction?

Si, usted debe de ser _______ ______. ¿no?

-La misma. 

- Yo soy Luc Mcdrek.

-Encantada. ¿Llego tarde?

- En absoluto, llega usted justo a tiempo.

Me dijo que iban a comenzar las presentaciones y que me preparará lo que decir. Primero se presentó una chica algo mayor que yo, se llamaba Chiaro y era de un pueblecito cerca de Roma. Era muy alta y delgada, podía pasar por modelo sin dudarlo. La segunda persona en presentarse fue otra chica, ésta tenía unos quince años y se llamaba Anna, era de Munich. Lo que más me llamo la atención era la fluidez con la cuál hablaba inglés, a su lado el mío era una porquería.  La tercera chica era de Gales, tenía dieciseis años y era la típica chica rubia, de ojos verdes y de bellea debastadora. Su nombre era Holly. Después de ésta llego el turno de una chica de raza negra, era de Tolouse y tenía diecisiete años, me llamaron la atención sus ojos negros como el carbón.Su nombre era Erika. Por fin era mi turno así que no me compliqué mucho y dije.

-Hola a todas, Mi nombre es ______. Tengo diecisiete y soy de la parte sur de España. Perdonadme si mi pronunciación no es muy buena. 

Luck nos dirigía hacía una furgoneta que nos acercaría al hotel. Me sorprendió no ver a ningún directioner boy entre los ganadores, eramos todas chicas. Con las ganas que tenía de conocer a alguno. Llegamos al hotel pronto. En el camino había hablado un poco con Erika, era una chica muy simpática y realmente encantadora. La emoción se respiraba en el ambiente, pero yo a parte de estar emocionada, estaba alucinando con lo que veían mis ojos. Era la primera vez que visitaba Londres. 

Cuando entramos en el hotel, Luck nos dirigió a la cafetería para que tomaramos un almuerzo rápido. Nos sentamos todas juntas y pedimos todas lo mismo. Fish ans Chips. Típico. Se notaba que la que llevaba el mando en conocernos las cinco era Chiaro. Tal vez fuera porque era la mayor de todas pero era la única que preguntaba cosas. Poco a poco se fueron creando las personalidades de cada una. No me había equivocado mucho. Anna era muy seria pero derochaba confianza en sí misma, tenía dos hermanos y era huérfana de padre. Chiaro estaba estudiando arquitectura, y su mayor afición era la fotografía. Tenía una hermana gemela y odiaba compartir ropa con ella.  Holly tenía dos hermanos, uno mayor y otro pequeño, era una chica muy tímida pero a la vez divertida y odiaba hacer de canguro. Erika era simpática y muy amigable, era hija única y de madre soltera y lo que más odiaba era tener frío.  

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