Problema en el Paraíso

Escena 2

Tío Arthur está siendo molestado por algo, agita su pierna, sigue caminando, agita su pierna de nuevo, sigue caminando con los demás soldados, sus brazos, entrelazados, se agita todo su cuerpo, en un momento, rompe el silencio.

Tío Arthur: Hace frío, ¿no?, (voltea con los demás) o sea, me refiero a que en la mañana, el sol, ay el sol mi querido sol, era terrible, y pues creo que Vietnam, es considerado un país tropical y pues la noche tiene que ser por lo menos un poco cálida, ¿no?, (voltea con los demás otra vez) también me estoy empezando a deshidratar, ¿alguien se está empezando a deshidratar? (voltea con los demás una vez más), hace rato, una hormiga me estaba molestando, se me estaba subiendo por la mano, y la tiraba pero se iba a mi pierna y se volvía a subir, es como si supiera que me estaba molestando la pequeña hija de puta, ¿saben?, no me importa si es una criatura de dios, si está molestando mi existencia, tengo que razonar con ella, pero es una maldita hormiga, una pequeña hormiga que no puede razonar, y pues, ¿qué crimen le hago al mundo matando una hormiga?, me refiero a que, hay muchas más hormigas que humanos en el planeta, ¿sabían eso?, que por cada humano hay más de un millón de insectos, pero era solo una hormiga, una hormiga de millones que me estaba irritando, imaginen lo que pueden hacer miles de hormigas, pueden imaginar en lo que estaba pensando dios creando a los insectos, si nos ama tanto, ¿por qué creo a tal atrocidad que no sirve para nada más que para molestar?, y, y, ¿qué es lo que les pasa a las hormigas cuando mueren?, ¿todas están destinadas a ir al infierno por su pequeña, estúpida, e irritante existencia?, ¿tan siquiera pueden pensar las hormigas?, pero ahora cada vez que recuerdo a esa maldita hormiga, cada vez que vea una hormiga, la voy a aniquilar, la voy a aplastar, ¿quién me va a detener?, nadie, soy como un dios para ellas

Dalí: Eres una maldita contradicción viviente, ¿lo sabías?, es como si te estuvieras describiendo a ti mismo, es más, estoy empezando a pensar que no te molestaste con una hormiga, te estabas molestando contigo mismo

Tío Arthur: Es que... es que... toda vida me he sentido fuera de lugar, nunca he llegado a un punto donde diga: "Oh aquí es donde pertenezco, este es mi lugar, esta es mi gente" Nunca, ni siquiera cuando era un niño. De joven intentaba encajar en varios grupos, hippies, capitalistas, comunistas, de todo

Dalí: ¿Y nunca encajas?

Tío Arthur: No, ni siquiera aquí

Hemingway: "Aquellos que nunca se sientan conformes en este mundo están destinados a un majestuoso final"

Dalí: ¡Déjese de frases motivacionales y diga las cosas como son!

Hemingway: Bueno, Tío Arthur, vas a morir siendo alguien grande

Tío Arthur: Pero, ¿voy a morir aquí?

Hemingway: No lo sé pero tú final, es algo grande

Tío Arthur: Pues no lo sé, toda mi vida he creído que fui destinado a ser un fracasado, mis papás me ignoraban, era el único alumno que los maestros en realidad odiaban, nunca tuve un mejor amigo, en la escuela me iba de la mierda, ni siquiera sé que quiero hacer con mi vida, ni siquiera sé cómo llegue a los 30 siendo virgen. A la gente como yo, siempre nos dicen: "Pruébales que se equivocan, pruébales que si puedes", siempre he querido hacer eso, pero fracaso, como en todas las cosas que he hecho

Dalí: Mira, puede que seas molesto, pero no te odio, aquí no te vamos a calificar nada, yo puedo ser tu amigo y en cuanto a tu virginidad, aquí hay miles de prostitutas baratas

Tío Arthur: No quiero perder mi virginidad con una prostituta

Dalí: Pues concéntrate en sobrevivir a esto y tal vez encuentres al amor de tu vida, no sé dónde, pero estoy seguro que lo encontraras

Tío Arthur: Gracias, supongo, eso en realidad me ayudo, gracias

Pollock: No se vayan a besar

Dalí: Cállate, sabes que no soy marica. ¿Tú eres marica?

Tío Arthur: No, no, para nada... creo...

Hemingway: Soldados desde esta colina puedo ver a unos cuantos rusos asquerosos bebedores de vodka, aquí está el campamento