Escena 12: Los soldados se despiertan por el sonido de una explosión, tratan de averiguar qué pasó
Papeleo: ¿Ustedes también lo oyeron?
Dylan: ¿Dónde está Tío Arthur?
Hemingway: ¿Oír qué?, ¿cómo que Tío Arthur no está?
Papeleo: La explosión, yo oí una explosión, por eso me desperté, ¿estaba soñando?
Dylan: Yo también la oí, pero Tío Arthur no está, el pobre no podía dormir
Grant busca algo en el alrededor, mira hacia abajo, se agacha, recoge un pedazo de papel, se para
Grant: "Queridos compañeros, les salve el pellejo, si se despertaron por una explosión, fui yo, yo explote, adiós." ¿Crees que ese era tu compañero despidiéndose?
Dylan: Eso no es lo que me preocupa, lo que me preocupa es el por qué, ¿por qué haría algo así?, él estaba asustado y nada más. ¡Fue usted!, ¡usted lo hizo hacer esto!
Hemingway: ¿Yo lo mande a la guerra?, ¿yo lo impulsé a que siguiera con nosotros?, ah, bueno eso ultimo admito que fue mi culpa, pero no pensé en que él se iba a poner en tal estado, por lo general se la pasan días vomitando, no es el primer caso que veo sabes
Grant: Es cierto muchacho, estas cosas pasan, algunas personas no estuvieron hechas para aguantar la guerra
Dylan: Ni siquiera supe su nombre real
Hemingway: Y es mejor que no lo sepas, no consume tanta consciencia
Dylan: ¿Es por eso que usted les pone apodos a sus soldados verdad?, cobarde
Hemingway: Un cobarde perdería la cordura con ese insulto, yo no, y sí, tal vez les pongo apodos para que no me consuma la consciencia pero por lo menos yo me muevo del pasado, niño
Dylan: ¿Ah, sí?, ya lo sé todo, usted está tratando de revivir sus momentos de gloria pero ya no es esa leyenda que tanto se creía, ¡usted es... no, usted no es más que un viejo impotente que no puede aceptar que ya no puede hacer lo mismo que antes!
Esto le pego duro a Hemingway, él quiere asesinar al muchacho pero a la vez le quiere demostrar que es un hombre que conserva la cordura
Dylan: ¿La verdad le comió la lengua, señor?
Papeleo: Se dice: El gato te comió la lengua. Esa expresión ni existe
Dylan: Cállate, no te metas
Grant: No, cállate tú soldado, si fueras mi alumno ya te habría dado una paliza
Dylan: ¿Quién lo detiene señor?
Papeleo ve a algo en el horizonte, primero, confundido, después, asustado, ansioso, en peligro, se mueve de lado a otro
Papeleo: Señor, los rusos, allá, ahí vienen
Grant: Le puedo ordenar a Jaguar que te golpee hasta que se te caigan los dientes, que te arranque la lengua, pierdes el gusto, que te arranque los ojos, pierdes la vista, que te arranque las orejas a mordidas, pierdes la audición, y así, nada más te queda el tacto, ¿qué te parece?
Dylan: Creo que esa es una excelente receta doctor
Grant: Tú según muy inteligente con tus respuestas, y, ¿sabes por qué estás haciendo esto?
Dylan: ¿Por qué?, a ver, ¿por qué?
Papeleo: Señor deje de discutir, es inútil, se acerca un grupo de soldados y nos superan en número
Grant: Porque eres un niño marica con mucho miedo, desearías estar en el lugar de Tío Arthur, porque por lo menos él, él se fue como un héroe y tú te vas a ir como un niño que pensaba que podía superar a sus superiores
Dylan: ¿Superar a sus superiores?, esa frase ni siquiera está bien estructurada, ya sabía que iba a salir con que tengo miedo o que soy inseguro, es a lo que primero se van los adultos cuando no saben responder
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Problema en el Paraíso
General FictionUn grupo de inexpertos soldados es liderado por un veterano paranoico cuya misión consiste evitar una tercera guerra mundial