Escena 7

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Nadie entra con un vaso de agua

Nadie: Ah, el agua,la fresca agua que hidrata los componentes de todo mi ser. El agua, líquida,como sangre que se derrama del cuerpo del hombre moribundo. Estoy loco, sé queestoy loco, como todos, todos ustedes están locos, y yo sé que evitan lospensamientos impuros y maniáticos que viajan por su cerebro el día a día, nolos eviten, acéptenlos, aquel hombre que acepta su locura es el hombre quetiene el poder del mundo en sus manos. Cómo yo, yo que acepto mi locura y mispenas, contengo el poder del mundo en mis manos (saca un papel de su bolsillo), esto tiene escrito los códigos dedetonación de los misiles nucleares, se lo usurpe a un general de la KGB queasesine esta mañana después de mi vaso de leche. Sin estos códigos, esosmisiles son obsoletos y desde este día soy el hombre más poderoso del mundo,soy un dios, y para ser honesto, desde que tengo conciencia he sido testigo demi propia profecía en mi destino de convertirme en un ser superior. Y conseguíel poder de dios, asesinando a una persona, a solo una persona de las miles depersonas que han tenido la fortuna de dar su vida por mi propio placer. Yo,como los otros grandes personajes de la historia, Napoleón, Ghandi, GenghisKhan, Stalin, Hitler, Churchill, todos ellos disfrutaban el arte de asesinargente, como yo, si la destrucción es una forma de creación, al asesinar gentese crea una nueva forma de vida, cuando las pupilas se dilatan, el corazón cesade latir, es cuando la magia ocurre, es hermoso, cuando un bebe nace hay dolor,cuando una persona muere hay dolor, yo y muchos otros locos aceleran el procesode quitar la vida para ver el milagro en persona. (Bebe del vaso de agua) De momento regreso a disfrutar mi momentocomo dios, asesinando gente, con el poder del mundo en mis manos, a ver haciadonde me lleva mi destino.    

Problema en el ParaísoWhere stories live. Discover now