De Semidioses A Dioses

Capitulo 9

Cuando salimos de la casa grande, ya era la hora de cenar, así que simplemente no dirigimos hacia el comedor, antes de que cualquiera de los semidioses que todavía no estábamos en el comedor llegásemos, Quiron y Lupa ya habían explicado la extraña situación al resto de semidioses.

Cuando el último de nosotros cruzó el umbral de la puerta del comedor, se hizo el silencio, tanto que lo único que se escuchaba era el crepitar de las llamas del brasero central, donde se quemaban las ofrendas.

Desde la quinta mesa de la derecha, empezando desde el fondo, se levantó corriendo un chico de apenas nueve años de edad, que se abalanzó sobre Leo, y le tiró al suelo.

Cuando se hubo normalizado la tan extraña situación de gente volviendo a la vida, y todos se sentasen en sus respectivas mesas, Quirón y Lupa se retiraron a una esquina del comedor, a observar.

Mientras tanto en la mesa de Hefesto, se estaba llevando a cabo tanto un interrogatorio a Charles Bckendorf como una sesión de tortura a Leo Valdez, por desaparecer durante seis meses, y a su vez, Calipso Belladona, hija del titán Atlas, se dirijo a la mesa número tres para hablar con su ocupante habitual.

Cuando Luke Castellan llegó a la mesa número once junto a sus hermanos gemelos y Chis Rodríguez, sé hizo el silencio más absoluto que jamás hubo en esa mesa.

-Pues... Como podrás comprobar, desde que te fuiste, ha habido algunos cambios- dijo Chris intentando aligerar el ambiente tan tenso que se había formado, tras unos largos diez minutos de silencio.

-Como... por ejemplo, que actualmente hay veinte cabañas- dijo uno de sus nuevos hermanos que según le dijeron, se llamaba Casper Caplan.

-¿Y cuales son esas cabañas?- preguntó emocionado Luke, aunque no lo quiso expresar mucho, ya que muchos semidioses le miraban con ganas de matarle, y tenia claro que el único motivo por el cual no le usaban como saco de boxeo, era por la presencia del legendario cuadrúpedo, director de actividades del campamento.

-La trece es de Hades- dijo Connor.

-La catorce es de Iris- dijo Travis.

-La quince es de Hipnos- dijo Casper.

-La dieciséis es de Némesis- dijo Chris.

-La diecisiete es de Nike- dijo de nuevo Connor.

-La dieciocho es de Hebe- dijo su hermano gemelo siguiéndole.

-La diecinueve es de Tyche- dijo repitiendo Chris.

-Y la veinte es de Hécate- dijo finalmente Casper.

-Vale de acuerdo, ¿Y como es que tú Chris Rodríguez, no estas pulverizado como el resto de los aliados de Kronos?- preguntó Luke curioso, haciendo que tras pronunciar la ultima palabra, en la mesa once y su alrededor se quedase en silencio.

-Bueno, durante la batalla del laberinto, me volví loco y mi actual novia, me ayudó ha superar el trauma que me provocó el laberinto de Dédalo- contestó Chris de forma simple sin querer dar muchos detalles.

Mientras Casper, Travis y Connor, explicaban a su recién revivido hermano las nuevas mejoras del campamento, y Chris le respondía a semejante pregunta, en la mesa número dieciséis, correspondiente a la cabaña de Némesis, el recién revivido semidiós Ethan Nakamura, era sometido a un exhausto interrogatorio por parte de su nuevo hermano Damien White, que incluía una detallada descripción de los campos Elíseos, y el reino de Hades en general, mientras que su nuevo hermano, le explicaba y repetía lo que había cambiado el mundo durante su ausencia.

Después de haber entrado y haberse sentado junto a sus hermanos, Bianca Di Angelo sintió como una delicada pero fuerte mano joven, aunque  de aspecto, unos años mayor que ella, le tocaba el brazo derecho, no se trataba de nadie mas que de una de las cazadoras pertenecientes al séquito de la diosa Artemisa, que se sentaban el la mesa numero ocho, tras darse la vuelta y mirarla un poco mal por haber interrumpido una conversación que estaba teniendo con su nueva hermana sobre Nico, le dedicó una cálida sonrisa esperando a que ella iniciase la conversación.

-No he podido evitar darme cuenta de que tienes la marca de haber sido bendecida por nuestra señora, así que me preguntó, ¿Porque estas sentada al lado de un chico? ¿Y porque no te sientas entre tus hermanas?- dijo la cazadora sin saber que su mala elección de las palabras, no tendría las consecuencias esperadas.

-¿Podrías decirme cual es tu nombre y cuando fuiste reclutada por Artemisa?- preguntó la sustituta de Hestia lo mas seca que pudo.

-Mi nombre es Adena,  y fui reclutada por Artemisa, no hace mas de año y medio- contesto con simpleza y prepotencia.

-Pues querida Eldena, si sabes lo que es mejor para tí, te recomiendo que no vuelvas a dirigente a mi hermano de esa manera,  ya que los tres somos hijos de Hades y podemos hacer que vivas literalmente un infierno, y dile al resto de las cazadoras, que por nada del mundo, voy a dejar a mi hermano y mi nueva hermana solos, nunca más- dijo Bianca con una voz tan tenebrosa que hasta el mismísimo Hades saldría huyendo, claro que después se habría enorgullecido.

Cuando Frank Zanhg, hijo de Marte, se sentó en la mesa correspondiente a la parte griega de su padre, jamas se esperó lo que sucedió, su media hermana Clarisse La Rue sustituta de Ares, dios de la guerra, tras haber llevado la ofrenda a su padre, se sentó a su lado y compartió una pequeña parte su enorme trozo de pizza.

Tras la extraña entrada de los mestizos que asistieron a la reunión en la casa grande, el hijo e hijas de Afrodita, se dirigieron a su mesa, y cuando llegaron, todos sus hermanos se abalanzaron sobre la sustituta de Eros, Silena, todos menos Drew que como siempre la miró por encima del hombro con desprecio, cosa a la que nadie le tomó importancia, ya que era su actitud habitual, la cena transcurría con total normalidad, hasta que Drew Tanaka soltó el comentario más desacertado que podría haber hecho.

-Lo que no entiendo, es porque razón as revivido si eres una traidora- dijo Drew con su voz chillona tan característica haciendo que todo el mundo se girase para verla.

Tras esa afirmación, el novio de Silena, heredero de Asclepio, e hijo de Hefesto, de nombre Charles Bckendorf, se levantó de su asiento para defender a su novia, pero antes de que llegara a la mesa número diez, tanto Quiron como Lupa se acercaron para disolver la pelea, pero cuando los dos seres inmortal se encaminaron hacia la disputa y antes de poder hacer nada, se escuchó un grito de mujer proveniente de la mesa de Poseidon, y un sollozo que indudablemente provenía de el cíclope Tyson.