- ¿A qué te refieres? - Digo asustada y cabreada a la vez.
- Te irás a un internado para adolescentes problemáticos. - Dice mi padre haciendo que quede en shock.
¡¿Cómo?! ¡¿Qué?! ¿Este fuma o que le pasa por su amargada cabeza? ¡Estará de broma, yo no me pienso ir a nigún internado!
-¡¿Qué?! ¡Eso no te lo crees ni tú! - Grito enfadada hacia su estúpida ''broma''.
- Esto va enserio ___ ,estoy harto ya de tu forma de ser - Dice enfadado.
- No me pienso ir a nigún internado.
-Eso ya lo veremos... - Se va hacia unos policías y les dice algo que no llego a oír por la distancia. El mismo gordo poli que tenía mi mercancía se acerca hacia mi con mi padre.
- Señorita, ya se puede ir, su padre ha pagado la fianza y la multa por tener tanta droga en su poder. - Dice marchándose nuevamente.
Mi padre me coge de la muñeca y me arrastra hacia el coche sin emitir ninguna palabra. Durante el camino a casa solo pensaba en las palabras de mi padre 'Te irás a un internado para adolescentes problemáticos.' No lo dirá de verdad ¿No? No me pienso ir a ningún internado con gente fumeta, borrachos o locos adolescentes que no saben que hacer para dar la nota o simplemente se aburren. Pero, ¿Y si es de verdad? Es mi padre, si por mi fuera no lo sería, nunca dice nada en broma, es un amargado.
Llegamos a casa con el mismo silencio que desde el principio.
- ____, prepara tus maletas - Me dice entrando a mi cuarto.
- ¿Qué? - Pregunto preocupada.
- Ya te lo dije, te vas mañana por la tarde al internado - Me dice saliendo de la habitación.
- ¡No me iré! - Le grito furiosa.
¿Pero quién coño se cree que es? No lo puedo creer, un internado, tiene que seguir siendo una broma, me niego rotundamente a ir a un internado. Mi padre no me puede hacer esto, nunca le he dado problemas, básicamente porque ni hablábamos, pero aún así no ha tenido ni una sola queja de mi hasta hoy. Antes, él por la mañana no estaba y yo estaba en el instituto, por las tardes no estaba en casa y por las noches "dormía". No le veía prácticamente en todo el día y nunca he parecido una adolescente problemática, hasta el día de hoy que me han pillado en la carrera y con la droga, pero ya está, no ha tenido más razones. A veces pienso que la vida se empeña en ponérmelo todo difícil, de manera que me sea imposible alcanzar mis sueños, yo tan solo quiero algo de libertad y dinero, aunque no sea mucho y no tener que recurrir a vender drogas. Los demás pensarán que hay otras formas de conseguir dinero y lo que quieres, pero hay veces que en la vida escoges esos caminos por no tener otra opción, aunque digan lo contrario, todo da muchas vueltas y te acaba llevando a algo por alguna razón. Yo creo que las cosas pasan por alguna razón, que si unos dicen que no hagas eso porque hay algo mejor y tu destino te ha llevado en lo que estás, es por algo. Por lo que yo quiero pensar eso, que mi destino y vida me han llevado a vender drogas y no a otra cosa es porque eso me llevará a algo que lo otro que los demás dicen que es mejor y no me iba a llevar en lo que estoy «aunque creo que a lo que me está llevando no es muy bueno».
Un ruído interrumpe mis pensamientos y me doy cuenta de que es la puerta.
-____, tengo una cosa para ti.- dice mi padre entrando a mi habitación.
-Papá que mal educado hay que llamar antes de entrar, si es que mi problema es que he salido como tú.- le digo irónicamente, como me encanta cabrearlo.
-¡____! ¡No me hables así soy tu padre!- grita enfadado, si es que enfadarlo es más fácil de lo que parece.
-Y yo tu hija, no te jode... Bueno, ¿qué se supone que tienes para mí?- le respondo a su 'agradable' grito.
