11.30 de la mañana, perfecto. Ahora mismo están llevando mis maletas al coche, mientras que mi padre me vigila asegurándose de que me quedo en mi sitio «amargado controlador». Justo cuando voy a subir al coche me veo correr hacia nosotros a un chico, y detrás de él, también corriendo, al de seguridad. A medida que se va acercando me doy cuenta de que es Ashton, no iba en broma cuando me dijo que vendría a impedirlo «nunca está de broma, como si no lo conocieras». Al verlo corriendo huyendo del de seguridad no puedo evitar echarme a reír.
-¡____! ¡No te rías y dile a ese psicópata que deje de seguirme!- dice casi sin aliento cuando llega junto a mí.
-¿Podrías volver a tu puesto de trabajo? Porque no creo que tu trabajo consista en no dejar entrar a MI mejor amigo a MI casa. No es ningún delincuente ni nada así que puedes irte ya.- dije con notable mal humor, hoy no es que fuera el mejor día de mi vida. Después de eso me giré hacia Ashton.
-Vamos.- me dice cogiéndome de la mano y empezando a caminar.
-¿Ashton que haces?- le pregunté algo dudosa por su extraño comportamiento.
-No voy a permitir que vayas a un puto internado, es como si fueras a una cárcel, además, si te vas, ¿quién va a impedirme que haga más gilipolleces de las que ya hago normalmente?- me contestó mirándome seriamente, realmente iba en serio, siempre lo hace.
-Si por mí fuera, me voy encantada contigo, pero el problema es ese.- dije señalando a mi padre que venía hacia nosotros con claro enfado reflejado en su rostro.
-¿Se puede saber que estáis haciendo?- gruñó mi padre cabreado.
-Me la estoy llevando, creo que es obvio, ¿qué no lo ve? No voy a dejar que la encierre en un internado, ni que estuvieramos en otra época, ¿entiende? Si la lleva a un internado me la llevo yo antes.- le dijo Ashton. A lo mejor si esto le pasara a alguien pensaría que es una situación para preocuparse, pero yo tenía ganas de reír. Tan solo con ver la cara de mi padre me entraba la risa, y además es gracioso que mi padre y mi mejor amigo estén discutiendo por lo del internado.
-Es mi hija así que hago lo que quiera con ella.- ahí se ha pasado.
-Oye no te pases que no soy ningún puto objeto, voy al internado porque no tengo otro remedio, pero que sepas que cuando tenga los 18 me iré. Me iré bien lejos de ti, eso lo que te estás ganando con todo lo que estás haciendo. Y ahora vete que voy a despedirme de mi mejor amigo.- entonces me giré caminando junto con Ashton al coche, dejando a mi padre con la palabra en la boca.
-¿Estás segura de que no quieres que te rapte?- me preguntó con una sonrisa melancólica mientras caminábamos.
-No, gracias. Estaré bien- sonreí.- No te preocupes. Por favor, prométeme que intentarás no meterte en muchos líos, que recuperarás la moto intentando no acabar en la cárcel, que no te olvidarás de mí, y sobretodo, que intentarás no tomar todas esas mierdas de drogas. Prométemelo.-dije rogando.
-No te puedo prometer que haré eso para no decepcionarte, pero te prometo que lo intentaré.- me sonrió. Por algo se empieza.
-Vale, adiós. Te quiero mucho amigo, eres como el hermano mayor que nunca he tenido.- le abracé.
- Tú también eres como una hermana y yo también te quiero. Mira si eres importante para mí que te estoy diciendo que te quiero y eso que es muy cursi, así que conformate que yo no digo cursilerías.- no pude evitar reírme, si que era esto cursi.
-Bueno, adiós idiota, cuídate.- dije separándome de él y subiendo al coche.
-Adiós niñata, cuídate tú también.
