Empiezo a vaguear por las calles y callejones sin tener un rumbo predeterminado. Sin darme cuenta de la conciencia de los actos que estoy teniendo me adentro en un callejón que no pinta muy bien sin darme cuenta. Esto empieza a darme algo de miedo. De repente siento como choco con alguien y alzo la vista para verle. No. ¿Alguna vez tendré buena suerte? «¿Para qué preguntas?» «Sabes que no»
- ¿Que haces tú aquí?- Le pregunto secamente mientras se acerca a mi peligrosamente.
- Escucha estúpida, veo que no me conoces.
- Ni ganas tengo- Le respondo secamente.
- No me puedes hablar así - Dice acercándose a mí y inmediatamente me pongo nerviosa. - ¿Tienes miedo?
- ¿De ti? No asustas ni a una mosca. - Digo apartándolo.
- Los demás si me tienen miedo, y sé que tú también.
- Mira imbécil, no sé quien coño te crees, pero no sé porque te tendría que tener miedo, solo eres un adolescente que se cree el mejor. - Digo encarándolo. - Así que déjame en paz, y no me vuelvas a hablar ¿entiendes?
- Estoy harto de ti - Dice cojiéndome de las muñecas y estanpándome contra una pared del callejón.
- Que me sueltes imbécil - Le digo mientras intento deshacerme de su agarre.- ¡Suéltame idiota!- grito mientras empiezo a moverme desesperadamente.
-No hace falta que te pongas así tampoco te voy a hacer nada, y pensaba que no tenías miedo.-me dice mientras se va acercando más y más a mí.
-Y no lo tengo, jamás tendría miedo de ti.- le planté cara, jamás admitiría que si me intimidaba un poco.
-¿Segura? Porque yo no lo estoy tanto, por la forma en que me miras e intentas huír de mí, aunque intentes demostrar lo contrario yo sé que me tienes miedo, lo sé.- cada vez se va acercando más y más a mí con una sonrisa cínica y torcida.
-Tú no sabes nada, idiota, ¡y suéltame!-le volvía decir mientras hacía fuerza, pero seguía sin soltarme.
-Si no tuvieras miedo no intentarías huír de mí.- me miraba extraño, ahora si me estaba dando miedo, pero solo por lo que me fuera a hacer. No podía pronunciar palabra por mucho que lo intentara.-¿De repente si tienes miedo?- cada vez se acercaba más y más a mí.
-No me toques, no te diré nada, pero no me toques.- le dije, se que sonará loco pero no quería acabar violada o algo, cualquier cosa menos eso.- Mira no me das miedo, de verdad, pero si me da miedo que me toques.
-Un momento.- dice mirándome cautelosamente.- ¿No pensarás que puedo aprovecharme o hacerte algo, no?- me mira seriamente.
-¿Qué pretendes que piense? Me has acorralado contra la pared, me mirabas de una forma que no podía explicar y me estabas amenazando. No he pensado eso en ningún momento, pero, al final no he podido evitar que la idea viniera a mí.- le hablé ya sin miedo, la verdad es que lo veía capaz de todo menos de eso, pero al final el miedo se apodera de ti.
-¿Qué? Jamás haría algo así, es repugnante y de caer muy bajo.- me soltó, pero no me fui. Tampoco tenía razón para hacerlo.
-Yo tampoco te veía capaz, pero te habías puesto demasiado serio y seguro de lo que hacías.- la verdad es que este Luke no parece tan malo, solo se lo quiere hacer. Tal vez hablando ya no nos llevaríamos tan mal.
-Al menos eres algo sensata.
-¿Debería tomar eso como un cumplido?
-Tómalo como quieras.- dice y de repente empieza a reír.