Castigo Merecido

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Los profundos y hermosos ojos verdes que la miraban llenos de esperanza la pasmaron por un instante. Recordó todo lo que Kuon le había dicho en la playa, recordó pensar: es obviamente Ren (bueno ella no, las mini Kyokos) y recordó que Kuon inventó una extraña historia para besarla. Si eran el mismo (es obvio que lo son, vaya que tengo la cabeza en las nubes, pensó Kyoko) entendió la tristeza en los ojos del Hada.

Respiró profundo. Fueron unos segundos, pero para ambos fueron eternos. Escuchar la confesión de la muerte de Rick le dolió por él, pero lo de Kuon la dejó más bien confusa, había mucho que no entendía.

Kyoko le dijo – Juro que no me voy a huir, pero esto debo pensarlo, voy a caminar–.

Y se fue.

A Ren se le hicieron eternas las 3 horas que tardó en volver, porque su reacción fue tan calmada que lo asustó.

Cuando llegó, Ren corrió a su encuentro, pero ella le dijo:

– Primero tu castigo (Y le pasó las bolsas con comida) ya luego puedes explicarme todo...

Fictober  2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora