Clary y Jace

¿Qué sucede Jace?

“Bloqueo. Ataque. Bloqueo. Abajo. Ataque. Ataque.” se repetía Clary mientras practicaba con el Sensei.
Ya eran las ocho de la noche y habían estado hablando en francés todo el día.
Solía suceder que el Sensei decidiera hablar en algún idioma en especial en días especiales.
“Gané” se dijo Clary mientras tenía el cuchillo en la cara del Sensei.
- Bien - dije en francés. - Has demostrado que puedes tú sola. Ya estás lista.
A Clary se le paró el corazón.
- ¿Qué significa eso? - le pregunto en francés.
- Que estás lista para ser una Shaolin - respondió.
Clary sonrió.
- Pero no dejaré de entrenar, ¿cierto? - dijo Clary.
- Lo cierto es que buscarás a un discípulo y le enseñarás todo lo que te he enseñado a tí. Me atrevo a decir que estás a mi nivel - seguían hablando en francés.
Clary se inclinó a su Sensei.
- 这是一种荣幸 - “Ha sido un honor.” dijo.
- Igual para mí - pero esta vez fue en tailandés. El idioma natal de Clary.
- Esto es tuyo - dijo dándole unas llaves. - Este es el Dojo y no hay un mejor lugar para que entrenes que aquí. La casa de al lado es pequeña, pero es lo suficientemente grande para que vivas en ella. Yo me he ido hace tres días. Y a veces hay ratas, no hay refrigerador ni sofá. Tendrás que comprarlo. Adiós pequeña, aunque debería decirte Maestra.
El Sensei con toda su elegancia salió rápido de allí.
Clary se quedó ahí parada un buen rato hasta que las lágrimas comenzaron a salir y cayó sobre sus rodillas con las llaves en la mano.
Se había terminado.
Su entrenamiento.
Ver al Sensei. Él era casi su padre.
Pero ella sabía que eso tenía que pasar.
Se levantó del piso y fue hacia la casa que quedaba en una puerta de atrás del Dojo.
Si había algo que esa casa no era era pequeña.
Tenía un enorme living vacío, una cocina gigante, una escalera que daba al segundo piso y este tenía tres cuartos y un baño. Y los cuartos eran muy grande.
Abrió la puerta de uno.
No había nada excepto dos puertas más; una para el baño y otra para el cuarto de armario.
Pero había algo en el suelo de este último.
Un sobre.
Lo abrió.
“Esta propiedad en...” bla bla bla... - leyó Clary. -“Pertenece a Clarissa Fray”
- Demonios - susurro.
El Sensei ya se había encargado de el papeleo.
Quería llamar a Jace pero tal vez era demasiado pronto.
No lo llamó.
Lo único que hizo fue irse a la casa de su madre.
Llego y se recostó en su cama.
- วันอึอะไร - seguía hablando en tailandés. “Que día de mierda”.
Y quedó dormida.
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Jace se escabulló por la puerta de la casa de Clary.
- ¿Clary? - grito Jace no muy alto.
Fue hasta su cuarto y la encontró dormida.
Suspiró mientras la contemplaba.
Se acercó a ella y le acarició el pelo.
- Lo siento tanto - le susurró.
Clary abrió los ojos.
- Estás aquí - sonrió. - ¿Quieres cenar?
Jace asintió y la besó.
Se tornó un poco más fiero.
Clary lo atrajo hacia ella.
Alerta Lemon
Jace se acercó más hasta estar encima de ella.
Pero se separó de repente soltando una respiración agitada.
- Clary... - la miró y le acarició el cabello. - ¡Oh por el Ángel!, te amo mucho.
Clary sonrió.
- Te amo, te amo, te amo - le repetía Jace después de cada beso. - Siempre te protegeré, mi amor. Te amo - dijo mientras le sacaba la remera.
Le sacó el sostén y beso sus pechos mientras ella gemía.
C

lary le sacó su chaqueta, la remera y acarició su dorso.
Jace beso su pecho y bajo hacia su vientre. La miró pidiéndole permiso y ella asintió con una sonrisa.
Entonces el sacó sus pantalones y bragas para besarla en sus partes de señorita (jijiji) 
Clary le tomo las manos.
- Dí que me amas, aunque sea mentira solo dilo - le pidió Jace volviendo a su boca.
- No es mentira. Te amo, lo hago - le dijo mirándolo a los ojos.
- Dilo de nuevo - le pidió el mientras se desabrochaba el cinturón.
Se sacaba los pantalones mientras Clary le repetía lo mucho que lo amaba.
Hicieron el amor con Clary repitiéndole que lo amaba y Jace enterrando la cabeza en su hombro repitiendo su nombre.
Tiempo después Clary estaba reposada en Jace.
- Cásate conmigo - le soltó de repente. Al ver la cara de “te amo, pero ni lo sueñes” rió. - No ahora, en un futuro.
- Entonces si - le dijo y le besó.
- Ten - dijo sacandose un anillo y se lo puso a ella. - Es de mi familia, cómo vas a pertenecer a ella lo correcto es que te lo quedes. Pediré otro.
Clary le volvió a besar.
- No creo ser una muy buen esposa - le dijo riendo.
- Lo serás - dijo Jace acariciando su pelo. - Y yo te haré feliz y tendremos ocho hijos.
- ¿Ocho? No. Dos es suficiente - dijo Clary con miedo en la voz.
- No, ocho es un número muy lindo. Quiero ser padre, siempre quise.
- Pero con dos o tres es lo mismo - dijo y le miró. - No pienso quedar embarazada ocho veces.
Jace soltó una carcajada.
- Te verías muy hermosa con la pancita - le acarició la cara.
- Y con dos veces es aún mejor - le dijo.
- ¿Y si te dejo embarazada ahora? - le preguntó.
Clary le miró.
- No me voy a poder escapar de ti, ¿no es así? - le pregunto besándolo otra vez.
- Jamás - le dijo besándola. - Pero piénsalo, nos podríamos casar en unos meses y tener a nuestro bebé.
Clary lo medito en silencio.
- No quiero ir a la escuela embarazada - dijo. - Cuando la termine tendremos muchos hijos y seremos felices pero por ahora seamos felices solos. Además, ¿de dónde sacaríamos el dinero para vivir? Yo tengo algo pero no es mucho.
- Pero piénsalo Clary - dijo Jace. - Si quedas embarazada yo te mantengo. Yo pagaré todo lo quieras, tengo dinero. Quiero que tengamos un hijo.
Clary le miró con dulzura.
- Yo sé que quieres, pero luego te arrepentirás. Seamos más responsables cuando lo tengamos.
- Mis padres se casaron a los quince, nosotros tenemos más edad, y él fue un buen padre.
- Me da miedo hacerlo - le confesó. - Un hijo es algo serio y necesito saber que tendrá todo lo que necesite.
- Lo hará - dijo Jace. - Por favor, déjame hacerlo. Déjame hacerte un hijo.
Clary no hubiera aceptado de no ser por otra persona pero ella amaba a Jace y quería una vida con él.
Asintió mientras él se ponía encima de ella y se sacaba el condón que tenía puesto.
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Cuando Clary se durmió Jace salió de la cama y fue a la sala para llamar a Alec.
Alec atendió.
- Jace - dijo este.
- Creo que hice un error y por primera vez en mi vida estoy asustado pero no por mí, Alec.
- ¿Qué sucede, Jace? - dijo Alec con voz calma.
- Mi novia es la hija de Valentain Morganstern, y ya se que es lo que pensarás pero realmente la amo. Y no puedo pensar en que la Clave la torturaria, mutilaria o la mandarían a prisión de la Ciudad Silenciosa por ser la hija de ese tipo. Así que básicamente la estoy tratando de embarazar para que tenga mi apellido, sea parte de mi familia y no le pase nada de eso. Para que no pueda pasar nada de eso.
Alec contuvo el aire del otro lado del teléfono.
- Has arruinado tu vida con un bebé a esta edad, ¿lo sabes? - dijo.
- No la arruine pero estoy asustado de que le pase algo incluso embarazada, pero quiero creer que las posibilidades son menos - dijo Jace con la voz neutra.
- Solo asegúrate de no hacer nada que lo puedas lamentar luego - dijo Alec. - Si esto es lo que quieres yo te apoyo. Pero mamá te va a matar.
- Lo sé, Parabatai. Lo sé.