Cosquillas, solo cosquillas

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Llegaron a su casa, había un silencio algo incómodo, el albino no acostumbraba estar a solas con otras personas más que sus amigos y Akutagawa pues era amigo de su hermano no suyo, aquello lo tenía nervioso. Llegaron a aquel departamento donde Atsushi abrió y dejo pasar a Akutagawa, el chico conocía bien el lugar pues había ido casi a diario en lo que iba del semestre nuevo, entraron, Ryunosuke se sentó mientras Atsushi fue a la cocina y regreso con papas y bebidas

- No deberías comer eso a estas horas de la noche – le dijo molesto

- Akutagawa no seas aguafiestas, no está mi hermano – dijo llevándose una papa a la boca

- Dazai-san igual se enojaría

- Akutagawa deja de mencionar a mi hermano para todo, eres idéntico a él – Atsushi estaba irritado, el chico frente el ciertamente era tan estricto como su hermano en esos sentidos

- Olvida la comida chatarra y comienza a hablar – menciono sin más con aquella voz ronca, aquellos ojos grises y fríos miraron al albino

- Cuando llegue a Italia Seijuro no podía hablar bien con los demás, le tenían miedo por su padre, pero él y yo podíamos hablar bien, conectamos. A los pocos meses me hice buen amigo de Tetsuya y Ryouta a lo que después se nos unió Daiki, fue cuestión de tiempo todos nos lleváramos bien – decía el albino con una sonrisa en su rostro

- ¿Entonces?

- En un campamento fue donde nos unimos más y nos dimos cuenta que nos gustaba la aventura, en el campamento teníamos que recorrer el bosque y regresar, pero nos perdimos por dos días, aprendimos a sobrevivir entre nosotros, nos cuidamos y bueno hubo tiempo suficiente para contarnos nuestros pasados. No puedo contarte el de ellos pero el mío si – aquella sonrisa se había esfumado

- Te escucho – el chico pelinegro se acomodó en el sofá, sabía que la historia seria larga

- Desde que tengo uso de razón estuve en un orfanato, allí los maestros me detestaban, no era muy bueno en mis clases así que siempre me golpeaban, aprendí, pero eso no quito que los maestros ya me tenían idea, seguían golpeándome, si no limpiaba bien algo era encerrado en el calabozo sin comida, mis manos llegaron a quebrarse por el frió del agua con la que teníamos que limpiar.... – el albino suspiro – También mis compañeros me golpeaban, me tiraban a la basura cada que podían, me ahogaron en un balde con agua y rompieron mis costillas... Los maestros creyeron que yo lo había hecho y recibí regaños por aquello... - el albino sonrió levemente – después de eso llegaron los padres de Dazai y todo vino a mejor, me sentía feliz y libre pero todavía temía que me fueran a lastimar, cuando me ofrecieron la beca papá rápidamente pensó que sería lo mejor para mis inseguridades y sin preguntarme la acepto y me mandaron a Italia – se terminó las papas – así llegue a Italia

- Entonces el señor Dazai-kun ¿sabía de lo que te había pasado en el orfanato?

- Si, le pedí que no dijera nada, Osamu y mamá me consentían mucho... No quería que pensaran en mi como alguien a quien dar pena

- No das pena Jinko, tu historia es trágica pero fuiste lo suficientemente fuerte para avanzar, deberías ser reconocido como ejemplo – dijo el pelinegro serio más aquello hizo a Atsushi sonrojar

- Akutagawa ¿Cuándo conociste a Osamu?

- En preparatoria, solo lo vi cuando entre, el dio el discurso de bienvenida, era brillante y el número uno, después de un sistema de alumnos sobresalientes pude conocerlo, me aceptó y desde entonces no me separé de él, siempre he querido aprender de él – dijo Akutagawa de manera inspiradora pero Atsushi lo miraba raro

Bukkukaba - BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora