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Quiebra con fortaleza cada montaña, vuelvelas escombros y así sabrás que aquello que llamabas tu fin, ahora es parte de un obstáculo que pusiste en tu camino.

Conozco muchas sonrisas, pero ninguna igual a la de ella, cuando mezclo su ansiedad con la satisfacción de ver mi muñeca sangrando en líneas distintas, incluso lloro de gusto cuando introdujo la punta de la daga para marcar el cambio.

Busco la libertad, invito a quien desee mi lugar, que atraviese mi corazón, a cambio pudo tomar la maldición que fue mía, no podrán mostrar su verdadero rostro y cuidar el contrato.

Sostén tu vida confiando en la vida que tomaste.

¿Crees en los justos? Eres casi tan inútil como aquellos que marcan de malignos a los justicieros.

Observa con atención cada uno de mis movimientos, no me compares con quien ves a diario con este rostro, pues que compartamos un cuerpo no determina nuestra mirada al actuar.

Toma con deseo el arco, dirige tu flecha con motivo de reverencia y da dirección a su punta para cumplir ese objetivo.

Puede ser cubierta por las nubes, quizás llamada la Diosa para los herederos de lo oculto, pero ¿quien es mejor consejera? Ella que da dulces brisas para limpiar tus lágrimas, solo ella puede ser la guardiana de los deseos de quienes usamos una máscara para sobrevivir, solo ella la única Deidad que se puede amar.

Eterno dilema que comparto con mi mitad, entre con eso acabar o redefinir y mostrar nuestra verdad, no nos importa ser juzgados, nos molestaría ser encarcelados.

Muchos llegaron a seguirme, me dieron su compañía, incluso después de ser calcinado, hoy entre cenizas muevo mi pluma para agradecerles pues fue por ellos que pude resucitar.

Firmas con la vocación de los sabios solo temiendo serlo algún día.

Alas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora