La resolución

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El miércoles por la mañana, después del desayuno, él y su manager estuvieron hablando un buen rato en la habitación.

—Alguien de confianza me ha dicho que Sandrinho ha decidido venir aquí —Matt hacía testigo, una vez más, a la ciudad—. Parece que tenía una oferta y ayer decidió aceptarla. Supongo que esa llamada que recibieron algo tenía que ver.

—Si, seguramente, y por eso nos estuvieron mareando de esa forma.

—Entonces, ¿que quieres hacer?

—Acepto esa oferta de Manchester. Creo que es una muy buena opción, sin duda también es un equipo ganador.

El miércoles por la tarde subieron al mismo avión con el que llegaron, apenas cuarenta y ocho horas antes, para volver a Londres. Ahora le tocaba a Matt hacer un montón de llamadas, hablar con el actual equipo y con el futuro para atarlo todo bien atado. Después de un mes de duro trabajo, finalmente se hizo oficial el nuevo equipo en el que iba a jugar Andy Johnson.

Un sueño quedaba aparcado, cierto, pero a cambio otro se hacía realidad.

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