ESCÚCHAME

668 51 0
                                    

Narra Lapis

La soledad nuevamente volvía a ser mi ferviente compañía, una consejera que nunca paraba de hablar dejándome callada ante su insistencia. Desgraciadamente el consejo de Peridot no me servía para nada, la soledad solo me generaba odio y tristeza, siempre lo hizo y nunca cambiara


Luchar, pelear, era lo único que podía hacer ante este dolor y entre tantas contiendas que tuve contra el silencio, logré escucharme


«Amala»


Escuchaba desde adentro


«¡Díselo!»


Me gritaba con intensidad


«Déjate llevar»


Terminé de oír como último
¿Por qué? ¿Por que no la amo?
Simple. No la perdoné, no había llegado a hacerlo, nunca logré tomarle la misma confianza de antes


Podía seguir fingiendo estar bien con ella; pero de que servía si ninguna de las dos se lo creía. Sin embargo sentía desde adentro de mi ser un impulso que me atraía a ella, no podía resistirlo, ya no más, desde que sentí el sabor de sus labios supe que no había vuelta atrás, volvi a ser su prisionera y ahora estoy bajo su voluntad


Era una idiota, corrí el riesgo y ahora debía pagar por las consecuencias, era inevitable verla sin sentir el deseo de probar sus labios, de modo que no podía volver, tendría que quedarme sola otra vez


«Vuelve con ella»


Me sugería a mi misma


«Quédate a su lado»


¿Cómo podré hacerlo?


Me preguntaba


¿Cómo podría volver sin caer rendida a sus pies?


Estas preguntas eran constantes y poco tiempo tenía para contestarlas hasta que vuelva a afectarme el maldito silencio


Ordené mis pensamientos para responderme, en primer lugar debía admitir que estaba enamorada de ella, eso me ayudaría para continuar adelante, el único problema era que yo no quería volver a ser dañada


Los recuerdos eran los culpables, si hubiera podido olvidarlos, todo habría sido más sencillo, amarla sería algo natural para mi; pero por desgracia los recuerdos aún estaban conmigo


«Ella me engañó»

«No estaba enamorada de mi en la nave, solo me estaba utilizando»


Me di cuenta de que nunca resolvería esto sola, necesitaba a Peridot, después de todo el problema era de las dos. Ya tomada mi desición emprendí vuelo con dirección al granero





Narra Peridot

Eran ya varios días los que habían pasado desde su partida y sentía de que nunca volvería a verla. Era duro volverse a quedar sola, normalmente siempre nos teníamos la una a la otra


Maldigo el día en que todo esto cambio, yo estaba bien con Lapis y ahora lo que en un momento creí que era la solución para unirnos aún más, terminó convirtiéndose en la causa de nuestra separación


Decidí salir del granero, pensé que un poco de ese precioso ambiente calmaría mis pesares. A unos pasos de salir observe a Lapis aproximándose al granero, no supe como reaccionar, de modo que me quede estática en ese sitio


RECUERDOS LAPIDOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora