Dentro de pocas horas se marcharían a una nueva cuidad, iniciando una nueva etapa en sus vidas, buscando nuevos rumbos y oportunidades, persiguiendo sus sueños y anhelos hasta convertirlos en una realidad.
Emprendiendo el vuelo, dejarían el nido para conseguir sus metas; pero lo harían todos a la vez, tal y como lo habían prometido hace un par de años atrás proclamando en una de las reuniones en la casita del árbol aquella célebre cita: "todos para uno y uno para todos."
Si bien los mayores estaban por comenzar la vida universitaria, los tres menores habían optado por asistir su último año escolar a un buen y prestigioso instituto en la cuidad que desde ahora sería su hogar junto a sus amigos.
Eran planes que desde hace mucho se gestaron y era el momento de que por fin vieran la luz.
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Sobre la cama de YoungJae se encontraba una gran colina de ropa. Con paciencia fue acomodando en su maleta lo necesario para el viaje y poniendo en cajas el resto de las prendas.
—¿Seguro tienes todo, bebé?
—Te lo he repetido más de diez veces, tengo todo lo necesario. No te preocupes hyung.Cerró la pesada maleta y sonrió para calmar al impaciente de su novio, entrelazó sus manos y le regaló un pequeño beso, pero JaeBum profundizó el beso volviéndose cada vez más necesitado, dejando la maleta abandonada a un lado.
—JaeBum, se nos hace tarde.— dijo el menor dándole a entender que no estaba para sus jueguitos.
—Vamos, se que quieres bebé.— soltó suspirando sobre el cuello del menor, este respondió con un leve respingo, más no dio su brazo a torcer, pese a lo irresistible que le parecía el ofrecimiento de su novio.
—Ahora no. Cuando lleguemos a la nueva casa, tal vez... por ahora te aguantas, señor necesitado.El chico de ojos pequeños suspiro pesadamente ante el rechazo de su amado YoungJae, pero aún así aprovecho para robarle un último beso, para luego tomar la mano de este y emprender rumbo a casa de Jackson.
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Todos aguardaban impacientes la llegada de Mark y JinYoung, llevaban más de media hora de retraso y pese a que los intentaron llamar y enviar mensajes todo resultaba completamente inútil ya que ambos apagaron sus teléfonos móviles.
De pronto en la entrada de la casa club se asomaron dos despeinados chicos recibiendo una mirada de desaprobación por parte del resto.
—Lo sentimos chicos, se nos hizo tarde.— sonrió con inocencia el menor.
—Si, JinYoung no quería salir de la cama.— dijo con picardía Mark, recibido una golpe certero en el estómago por parte del sonrojado de su novio.Pasaron de tener rostros cargados de seriedad a una explosión de risas y un par de comentarios sugerentes, además de un frustrado JaeBum que miro con cara de cachorrito a su novio agregando un nada discreto «hubiésemos alcanzado, amor», cosa que no paso desapercibida por el resto que volteo sus miradas al par. YoungJae al verse involucrado amenazó a su queridísimo novio con lanzarlo desde el mismísimo árbol si no cerraba la boca, el mayor asintió y miró hacia abajo descubriendo un altura bastante considerable, de seguro acabaría con un par de huesos rotos si era lanzado, pensó con un poco de temor.
—Perdón por interrumpir sus peculiares dramas de parejas, pero... ¿se dieron cuenta que es nuestra última vez aquí?— dijo el más joven, observando con nostalgia la pared con cuadros, dibujos hechos por ellos mismos y fotografías.
Siete pequeñas manos estampadas en la pared figuraban en medio del resto de imágenes, hace aproximadamente ocho años pusieron su huella como símbolo de amistad. Por impulso Jackson se levantó y busco la manito que marcó aquel día y puso su mano encima cubriendo en su totalidad lo antes plasmado, todos copiaron la acción del chino y el aire se cargo de nostalgia, sentimentalismo y bonitos recuerdos que inundaron los conmovidos corazones de los siete muchachos. La diferencia del tamaño de sus manos hace ocho años en comparación al presente era abismal. Habían crecido tanto.
Esa casita los vio crecer, dejando la niñez atrás para dar paso a la vida como adultos; en ese lugar ocurrieron un montón de anécdotas y tanto buenos como malos momentos, pero todas aquellas cosas que ahora formaban parte del pasado eran las que los habían convertido en quienes eran, en ese lugar surgió su amistad y se fue haciendo fuerte con el paso de los años, en cada metro de la casa club había un recuerdo, una memoria y un par de promesas. Aquella casa club fue testigo del florecimiento amoroso de varios de ellos, de sus primeros besos e incluso de una primera vez.
Sería difícil dejar atrás su antigua vida, pero no estaría solo, lo haría en compañía de sus mejores amigos. Jackson tomó un pote de pintura y un pincel de uno de los cajones de una pequeña vitrina, para esparcir la pintura por su mano, agregando una segunda huella en la pared.
—Hyung, yo también quiero, ¿puedo?
—Claro Gyeomie, estira tu mano.Y de esa forma no eran solo siete huellas, si no también la evolución de ellas, dando por cerrado aquel ciclo en sus vidas.
Miro una vez más hacia su patio y admiró su linda casita en el árbol, sonrió dejando escapar un par de lágrimas que bajaron rápidamente por sus mejillas.
—Tranquilo Jackie, volveremos pronto.
—Lo sé, pero es difícil dejar atrás todo, además esa casa está llena de mis mejores recuerdos, Kunpimook.
—Pero no debes olvidar que esos recuerdos viven en tu mente y corazón, además siempre podemos crear nuevas memorias.
—Tienes razón, mientras estemos juntos nada ni nadie nos podrá detener.Rodeó con sus fuertes brazos al más delgado, quien lo beso suavemente en la frente. Caminaron hasta el auto y se acomodaron abrazos dentro del vehículo de Mark.
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JaeBum conducía mientras que YoungJae estaba en el asiento del copiloto entonando con felicidad cada canción que se escuchaba por los parlantes, el resto de chicos reía al ver como YuGyeom dibujaba sobre una de las mejillas de un adormilado tailandés un par de indescifrables dibujos, o como prefería llamarlo arte abstracto. Si bien Jackson hubiese detenido al menor accedió ya que de cierta forma eso contaba como una pequeña venganza por permanecer tantas horas en el baño esa mañana, obligándolo a utilizar el jardín como urinario, ganando un par de miradas curiosas por parte de un par de vecinos chismosos.
—Estamos por llegar, despierta a BamBam.
—Enseguida mamá.— dijo el chino llevando su mano a la frente a modo de saludo militar. Todos rieron menos JinYoung.
—Deja de llamarme así.
—Vamos JinYoung, asume de una vez por todas que aveces te comportas como una madre.
—Es verdad hyung, recuerdo aquella vez que me enviaste un mensaje para que no olvidará llevar algo de abrigo, ni mi mamá me cuida tanto como tú.— replicó YuGyeom ganándose una mirada de reproche por parte del aludido.
—Ves, eres nuestra madre JinYoungnie~Iban a continuar discutiendo pero se detuvieron en frente de una antigua casa, no era lo que soñaron pero era mejor que nada, con trabajo (mucho trabajo), algo de pintura y uno que otro material para cubrir los agujeros visibles en el tejado lograrían hacer de esa casa un lugar decente para vivir.
Les aguardaban muchísimas aventuras, pero antes de eso un "sonrían" y un resplandeciente flash se hicieron presentes, dando por iniciada la nueva etapa de los siete chicos.
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Casa club
FanfictionJackson invita a sus nuevos amigos a su casita en el árbol y de ahí en adelante comienza una nueva aventura para los siete chicos. • Couples: →JackBam. [Jackson Wang y Kunpimook Bhuwakul]. →MarkJin. [Mark Tuan y Park JinYoung]. →2Jae. [Im JaeBum y...