Casa club

Especial: una Navidad un tanto caótica

Cinco pequeños corrían alrededor del árbol de Navidad en casa de los Wang-Bhuwakul. El ambiente era tan confortable, lleno de pequeños destellos producidos por las luces, además el agradable calor de la chimenea contrastaba con la nieve de afuera, desde la cocina se desprendía el delicioso olor de galletas de jengibre y frutas confitadas.

—¿YuGyeom vendrá?—  pregunto JinYoung a Jackson, quien colgaba una de las esferas que los pequeños habían sacado del árbol.
—Supongo, me llamo hace unas horas diciendo que se retrasaron porque hay mucha nieve en el camino. No te preocupes, vendrá.— el pelinegro asintió y fue con Mark para ayudar con la mesa.

En otro lugar de la casa Bae miraba con asombro la bonita estrella en la punta del árbol, quería sacarla y jugar con ella, pero su papá le había prohibido tomarla.

—Papi, ¿me das una estrella?— preguntó con ilusión el pequeñito, YoungJae sabía que se refería a la estrella en el árbol, por lo que intento persuadir a su hijo con alguna historia.
—¿Te cuento un secreto Bae?— el niño asintió varias veces y presto mucha atención a lo que papi diría. —Tú eres una estrella, porque papá es la luna...
—Y papi es el precioso y deslumbrante sol, somos una familia espacial.— añadió JaeBum, quien estaba espiando la conversación que  su esposo tenía con su pequeño.

Bae al escuchar la historia que sus papás le habían contado se emocionó mucho, por lo que se puso a saltar de alegría debido al nuevo descubrimiento. JaeBum y YoungJae se sonreían felices por lograr aquella tierna reacción en su retoño.

El timbre dio aviso que los últimos invitados habían llegado, BamBam como buen anfitrión fue a recibir a la familia de su mejor amigo.

SunHee, esposa de YuGyeom, se veía deslumbrante con su barriga aún más grande que la última vez que los chicos la habían visto, pues le quedaban unos días para dar a luz al nuevo miembro de los Kim. Apenas se presentaron en el salón los chicos rodearon a la pobre chica y le hicieron una infinidad de preguntas sobre como iba el embarazo y pidiendo sentir al bebé. Eran tíos muy preocupados.

YoungJae estaba tocando la pancita de SunHee cuando se escuchó  sollozo ahogado en la salita de juegos.

—Papá, Ryan dijo que Santa no existe.— dijo llorando la pequeña hijita del recién llegado.

Todos miraron a JinYoung quien sonreía un poco apenado por la situación, si bien el jamás ilusionó a sus hijos con esa clase de cosas no pretendía que su pequeño le dijera la verdad a otros niños. Le hizo señas a Mark para que fuesen a hablar con el mayor de sus hijos.

—Ryan, no creo que sea correcto decirles a los demás niños que Santa Claus no existe.— dijo Mark tratando de sonar serio, pues la situación solo le hacía muchísima gracia.
—Pero papá, tú sabes que no es real.
—Lo sé sabemos cariño, pero ellos creen que lo es y no es correcto interferir en las creencias de los demás. Si tú creyeras en Santa no te gustaría que algún niño te dijese eso, ¿verdad?— el niño comprendió lo que JinYoung le intentaba explicar, por lo que luego de exigir un abrazo de parte de sus papás corrió hacia donde su amiga y se disculpo, haciendo que todo volviese a la normalidad.

—Es igual a ti hyung.
—¿Aún estas sentido por la vez que te dije que no era real?, recuerdo que lloraste muchísimo.— mencionó riendo JinYoung mientras YuGyeom se sonrojaba hasta las orejas recordando lo patético que resultaba ahora la anécdota.

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—Hyung, escuché que Santa Claus no te traerá regalo este año.— dijo el menor del grupo apuntando a JinYoung.
—YuGyeom, claro que no me traerá nada, pues no existe.