Capitulo 3.

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¡¿Miss Piggy?!

Una chica delgada de cabello castaño y rizado que caía deliberadamente hasta su cintura estaba parada frente a Simon. Sonreía amablemente. Parecía incómoda. Bajo la vista y camino hasta colocarse delante de Ed. Vestía unos jeans azul marino desgarrados y un poco apretados que dejaban ver las curvas de sus piernas, una blusa blanca muy holgada que le cubría hasta por debajo de los glúteos, pero dejaba ver su cuello y un hombro, su piel blanca se veía tan linda, la camisa tenía la graciosa y a la vez sensual leyenda de Let they eat cake”  en letras doradas, y zapatos altos de plataforma en un color menta.

-Hola, soy Edward- Ed parecía impresionado ante esa belleza. Tal vez un poco nervioso. Era tan divertido verlo así, esto no se ve a diario. ¡Demonios! Ella sonrió.

-Hola, Ed-. Se sonrojo -¿Puedo llamarte así?- él solo dijo que si con la cabeza –Soy Claire.- Claire. Claire. Bonito nombre.

-Claire.- Lo murmuré solo para mí, nadie más me escucho. Sentí como su nombre acariciaba mi lengua. Ella sonrió de nuevo, esta vez mas abiertamente, tenía una bonita sonrisa. Tenía tantas ganas de comerme sus finos labios rosados en un beso.

Se encamino con dos pasos a Adam. Él solo le sonrió amablemente y dijo su nombre, pero igual, parecía nervioso. ¡Traigan a Nichole! Tengo tantas ganas de ver que escándalo le arma a su noviecito. La hermosa Claire asintió con la misma sonrisa amable y se planto delante de Kevin. Él conservaba el mismo brillo en la mirada que en el auto. Y sin decir nada abrazó a la chica suavemente. Me impresione, mis ojos podían salirse de sus cuencas cuando ella, peor aún, le devolvió el abrazo. Fruncí el ceño. Mierda. Te envidio, Kevin.

Se separaron. Él enrojeció un poco al igual que ella. Ella le sonrió cariñosamente. Hijo de perra, no llevaba ni tres minutos a con ella y a la chica, seguramente, ya le agradaba él. No, no soy celoso. A Claire se le bajo rápidamente el tono rosado de sus mejillas. Insisto. ¡Quiero besarla!

Con un gracioso paso de costado, se deslizó quedando cara a cara con Aus. Él le sonrió pícaramente le tomo la mano y… ¡No te atreverías…! Y sí, besó la delicada piel de la mano de Claire. Austin, hoy tus hormonas andan muy alborotadas. La loción de ella ya la podía sentir entrar a mis pulmones. Fresca, como la risa que dio después de que Aus le coqueteara un poco y se presentara. Se mordió el labio inferior. Moriré aquí mismo. Negó con la cabeza, parecía divertida. Dio otro paso de lado, soltó su labio, aun tenía una sonrisa en el rostro y seguía sin voltear a verme. Y en cuestión de segundos, sus bellos ojos marrones se cruzaron con los míos.

-Roman- mi voz sonó un poco ronca y le di una media sonrisa. Ella sonrió amablemente. Estiré mi mano para que ella pudiera estrecharla. Cuando la aceptó una corriente cálida se extendió desde mi mano hasta el final de mi columna. Claire era hermosa.

Ella soltó mi mano y apartó la mirada de la mía. ¡No! Miro hacia la pared de cristal. Su sonrisa se borro. ¿Hice algo mal? Rápidamente empuño sus ojos y sacudió su cabeza como si hubiese tenido un mal pensamiento. Se volvió hacia la puerta donde estaba Natalie. Lo siento, rubiecita, alguien más se merece mi numero más que tu. Si, tu sexy jefecita. Claire se dirigió hacia ella poniendo distancia ente nosotros dos. Tomó la taza de té que sostenía Natalie y dio un sorbo. Luego nos recorrió con la mirada y sonrió dulcemente.

-Bien, empecemos.- propuso. Se movió ágilmente hasta el piano, dejó la taza en la cubierta del instrumento y se sentó en el banquillo, quedando frente a nosotros, cruzando sus piernas. ¡Dios!

¡Recupera la compostura, Roman! Me dije a mí mismo.

-¿Pueden hablarme sobre el tema?- preguntó. Todos miraron a Kevin. Ella soltó una risita, pero de inmediato volvió a su postura profesional.

Sing to me (Cántame, amor I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora