Conquistando a mi prometida

Aún cuando no llovía

Para ser sinceros comenzaba a creer que nuestros padres jamás regresarían, llevabamos un año estando con los Arendelle, un año en donde platicabamos con mi madre todas las noches, como lo habíamos prometido, nos comentaba a grandes rasgos como les iba y que tanto progreso habian echo sin embargo la mayoría de las veces la llamada se cortaba, suponiamos que era problema de la red, nunca se nos cruzo por la mente que este asunto podría tener un trasfondo mucho más grande, serio y peligroso.

Todo este año había consistido básicamente en lo mismo, ayudar a Elsa con sus poderes, apoyarla para que le contara la verdad a Anna, juntarnos Anna y yo para hacerle alguna broma a Conejo cuando se encontraba dibujando, eso siempre terminaba en una cazería en donde "mágicamente" siempre perdiamos, digo Aster era capaz de crear tuneles que una vez usados desaparecían y yo tenía la teoría de que podía controlar un poco el elemento tierra, pero nada estaba confirmado, regresando a la cazería con esos tuneles siempre daba con nostros, realmente él poseía un gran control sobre sus poderes, Anna nunca logro atraparlo y eso que siempre intento saber cual era el secreto de su velocidad, por naturaleza él era rápido por algo le apodamos Conejo, pero aún así sus túneles le daban una gran ventaja y cuando estabamos los dos solos usabamos nuestros poderes con tal indescreción que resultaba un milagro que Anna no se haya enterado de nuestro secreto.

Cuando llego la temporada de asistir a la escuela Norte se encargaba de ir por nosotros y de llevarnos, los 4 asistíamos al mismos instituto lo que facilitaba la situación y cuando volvieron a caer las vacaciones iniciamos con nuestra rutina.

Elsa y yo habíamos mejorado nuestra relación, lo cual entusiasmaba a todos y cuando volvía a salir el tema del compromiso ambos nos distansiabamos y evadiamos al final siempre era yo el que la buscaba y trataba de que todo volviera a la normalidad, la verdad era que la idea de estar con ella ya no me resultaba desagradable sino todo lo contrario.

Esa mañana había amanecido lloviendo, el cielo estaba completamente gris, hoy cumpliamos año y medio con ellos, sus padres habían salido junto con Norte a realizar algunas compras ya que el personal tenía su día de descanzo,  mis padres jamás se permitían no tener a alguien que los atendiera o realizar las actividades domésticas, lo único que mi madre no permitio fue que se encargaran de nostros, ella siempre estaba para nostros y cuando no podía buscaba a Norte para que nos cuidara, Norte siempre estuvo ahí desde que tengo memoria, ¿qué es de nuestra familia?, la verdad no sabría decirlo pero para Aster y para mi era más un padre que nuestro propio padre que siempre se encontraba viajando, trabajando o con poco humor para atendernos.

-Jack- la voz de Elsa me saco de mis pensamientos -¿Te encuentras bien?

-Si, solo recordaba algunas cosas

-¿Tus padres?- asentí -¿Los extrañas?

-No, solo que...- mire por la vetana, las gotas comenzaban a golpearla 

-Extrañas a tu mamá- afirmo -No ha sido mi intención pero te he escuchado algunas noches como lloras después de que cuelgas- evite mirarla y ella respeto eso, solo se sentó a mi lado -Me imagino que eres mas apegado a ella que Aster- negue -Pero la quieres mucho

-Ella siempre ha estado con nosotros, nunca hemos sido una obligación o un segundo asunto que atender, es como Norte, siempre estan ahí

-¿Es la primera vez que se va?- volvi a asentir -Ya veras que pronto regresaran y te desharas de mi compañía

-No me gustaría eso- dije sin pensar

-¿Qué regresaran?

-No, el deshacerme de tu compañía- la mire de reojo y vi como un pequeño sonrojo comenzaba a adornar sus mejillas -Me gusta, y no entiendo porque nos odiabamos antes