*En la imagen: Helena*
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Helena se despertó pensando en todas las cosas que tenía que preparar para la primera navidad que pasaría sola en años.
En los ultimos días habia comenzado a notar que la tranquilidad de despertar sin ronquidos del otro lado de la cama, la libertad de comer sin horarios o dejar la ropa interior colgada en el baño... se convertían lentamente en soledad.
Después de tres semanas sin Samuel la vida se volvió aburrida, sin sus bromas espontaneas o sus chistes sin gracia. La verdad es que habiendo compartido departamento por cuatro años lo extrañaba, lo extrañaba muchísimo.
La verdad también es que tras cinco años de noviazgo y tres estando comprometidos sus vidas se habían acoplado totalmente, y si al principio disfrutaba tener todo ese tiempo y lugar disponibles, ahora lo padecía como si hubieran arrancado parte de su vida.
Al escuchar que tocaron la puerta fue rápidamente a abrir, el cartero tenía la misma expresión aburrida de todos los días. La gran caja marrón que a sus pies sólo podía significar una cosa:
La soledad no duraría mucho mas.
El teléfono comenzó a sonar antes de que pudiera terminar de cerrar la puerta.
Contestó sosteniendo el aparato con el hombro, y sintiendo ampliamente.--Hola, Sam. Ya están aquí las primeras cosas de...
--No, te llamo para decirte que hay un inconveniente, Mabel no puede mudarse. Le dio positiva la prueba de embarazo y mis tíos están... que se los lleva el mismísimo diablo. Las cosas son de otra persona.
La prima de Samuel iba a empezar sus estudios en la universidad, los planes fueron que viviera con Helena al quedar libre la habitación que antes era la oficina de su novio y prometido. Los padres de la niña la conocían desde hace años y la idea de dejarla con alguien de confianza les convenció desde que la plantearon. El alquiler que pagarían seria mínimo, y la tendrían cuidada y vigilada. Negocio redondo.
--Pero si no es Mabel, ¿quién?
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No tentaras a la mujer de tu hermano
RomanceSamuel, el prometido de Lena, volvía a su ciudad natal por unos meses, al empeorar el cáncer de su madre. Es entonces cuando Franco, el hermano de Samuel, se muda con Lena para ayudar con los gastos de alquiler. Lo que Lena nunca imaginó es que todo...