Capítulo 7

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Narra Paula

     Ya había terminado de bañarme, estaba vistiendome, me puse un vestido corto de color verde agua, era sencillo, me encantaba ese vestido, me lo puse porque habían dicho que la cena de hoy era de gala.
   
     Escuche que golpeaban a mi habitación, recordé que era Nash, habíamos quedado en ir juntos a la cena.

     Le abrí la puerta, se veía muy elegante, llevaba puesto un traje negro, camisa blanca y moño negro, se veía como otra persona, estaba muy lindo, me gusta mucho ese chico, es tierno, atento, inteligente, simpático, siento que vamos a ser grandes amigos en este viaje.

-Hola- me dice con una sonrisa en el rostro.

    Su sonrisa es tan perfecta, tan cautivadora, tiene la dentadura perfecta.

-Hola.

-Te ves hermosa- me dice señalandome - Me gusta como te queda ese vestido, te sienta muy bien.

-Gracias- le digo con los pomulos ya sonrojados, era tan fácil hacerme sonrojar, pero ese chico lo hacía de una forma que me gustaba -Vos también  estas muy lindo, te queda muy bien ese traje.

-Gracias- me dice con una sonrisa en el rostro, no comprendo como puede estar sonriendo todo el tiempo,  es muy risueño- Pero es muy incómodo, no estoy acostumbrado a usar estos atuendos, aunque en estos treinta días tendremos muchas cenas de gala, quizás me acostumbre.

-Si querés podes sentarte, tengo que terminar de arreglarme- le digo al mismo tiempo que me siento en la silla frente al maquillador.

    Cuando termine de maquillarme, lo miro para que me de una aprobación.

-Estás preciosa- me dice al mismo tiempo que agarra mi mano y se acerca a mi, y con la mano que le quedaba libre me arregla un mechón de cabello y lo coloca detrás de mi oreja.

    Mis mejillas parecían duraznos, nunca estuve tan nerviosa, ese chico me hacía sentir especial, era muy atento, era hermoso, y muy lindo conmigo.

-Vamos- le digo para romper la tensión de esa situación, miró hacia el suelo, agarró mi cartera, mi celular y me dirijo a cerrar la puerta del camarote.

   En camino a el restaurante principal vimos muchas personas vestidas de gala, teníamos la reserva para las ocho, nuestros padres nos esperarían en la entrada del piso número nueve.

    Llegamos antes que nuestros padres, los esperamos por unos minutos, los primeros en llegar fueron los padres de Nash.

-Hola chicos, ¿como estan?- nos pregunta la madre de Nash.
-Bién mamá, ¿y ustedes?.
-Bién tu padre estuvo un poco mareado las primeras horas, pero ya se recuperó un poco.
-Si, es sólo un poco de costumbre. Con el tienpo se vuelve normal el movimiento del barco- dice el hombre que al parecaer no había tenido un muy buen día.
-Allí bienen mis padres, no los veo en toda la tarde.

     Cuando llegaron mis padres, entramos al restaurante, es muy grande y lujoso, tenía cuatro columnas doradas y una gran araña de cristal en el centro, y al final había una escalera que conectaba las tres plantas de este, había mucha gente. En la entrada nos atendió un moso.

- Hola, ¿Son la familia Trainnor?- nos dice un señor de piel morena que parecía extranjero, tenía un acento muy peculiar - Yo voy a ser su moso todas las noches que tengan reserva aquí, me llamo Dondón, no Dindón- nos dice en broma.
- Sí, nosotros somos los Trainnor- dice el padre de Nash.
- Bueno, cenaran aquí todos los días sabados y martes a esta misma hora, en la misma mesa, siganme.

     Seguimos a esa persona tan simpática, que tenía una gran sonrisa, nos guió hasta una mesa con seis sillas libres, era la mesa número 47.

-Bueno, ésta será su mesa todas las veces que vengan aquí, el es mi ayudante, se llama Iván, es ruso. Yo soy de Madagascar.

      Luego de sentarnos cada uno en nuestras sillas, Dondón agarra cada una de nuestras servilletas y las coloca en nuestros regazos.
   
     Luego de presentarnos la carta, toma nota de los pedidos de cada uno.

      A los cinco minutos aperece con la entrada que habíamos pedido cada uno, yo había pedido una ensalada César. Luego de comer las entradas, Dondón retira los platos y a los pocos minutos aparece con los platos principales. Yo había pedido un salmón gris a la plancha, con puré de calabazas.

     Pasaron toda la cena hablando de los trabajos, de como cómo nos fue con la mudanza, y como me había ido el primer día de clases.

    Luego de terminar los platos principales, Dondón retiro retira los platos y nos entregó la carta del postre, habían muchas cosas deliciosas, pero me decidí por una tarta de fresas.

    Luego de terminar la cena, nuestros padres dijeron que podíamos retirarnos si lo deseábamos.

    Nash me invitó a salir a caminar, salimos del restaurante y nos didijimos por los pasillos a los ascensores principales.

     

Siempre Voy A Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora