Recuerdo

16 3 1
                                    

Estaba ahí, sentada frente a Jay Lombardi. Sentada frente al chico con el que había tenido un crush antes de conocer a Jean, tenía frente a mí al chico con el que le había puesto el cuerno a mi novio.

Si, había sido una estupidez del momento, cerré los ojos y recordé.
-necesitas aire mujer, estás un tanto mareada -soltó Jay.
-esta bien, tienes razón esos juegos de Marianne no son la cosa más sana del planeta...
-si y no eres resistente al alcohol -comenzó. Yo reí, en aquello tenía razón.
Me senté en la silla más cercana y el chico se sentó frente a mí.
-Sólo dime cuando te sientas mejor -comentó, le sonreí y el lo hizo de vuelta.
Y no sé, tal vez era el brillo de sus ojos o aquella tierna sonrisa que me impulsó a inclinarme y sellar nuestros labios, tras realizar mi estupidez me retiré de inmediato.
-perdona -solté. El sorprendido negó la cabeza y tras un segundo en vacilar se volvió a acercar a mí y me beso una vez más; yo no me quite y sin pensarlo más me deje envolver por aquella sensación, fue ligero en un principio, pero mientras más nos envolvíamos el uno con el otro fue más difícil dejarnos ir.

Aquello termino cuando David nos separó y golpeó en el rostro a Jay.
-¿qué te pasa? Esta borracha y tiene novio -soltó, tras pensar las cosas, detuve a mi mejor amigo y le dije que había sido la de la culpa. El no lo comprendió.

Relatos OrdinariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora