capitulo 4

110 10 0
                                    


Ellos decidieron que buscarían respuestas, a todas esas voces, al pasar los días Gustavo y Gabriela encontraron de donde venían las voces, Gustavo descubrió que las voces que él oía eran de los animales y Gabriela descubrió que las voces que ella escuchaba en su mente eran los pensamientos de las personas.

¿Y como descubrieron eso?, bueno Gustavo empezaba a sospechar que cuando oía esas voces, siempre había un animal cerca, pero él aún no estaba seguro.

Un día fue al zoológico con su amigo, estaban  viendo a unos lindos panditas, cuando escucharon un gran alboroto, personas gritando y arrancando .Gustavo con su amigo fueron a ver lo que pasaba y al acercarse se encontraron a un oso suelto. Al cuidador se había distraído por un momento y el oso vio que estaban las puertas abiertas decidió avanzar y se escapo.

Gustavo al encontrarse con el oso, decidió que pondría a prueba sus dudas, empezó acercarse al oso, con cuidado al estar a una distancia prudente le empezó a hablar.

Gustavo: ¡hola! "Un poco temeroso"

Oso: hola

Gustavo estaba sorprendido al escuchar, que el oso le había respondido

Gustavo: oye, ¿Qué estás haciendo afuera? ¿Por qué estas causando tanto alboroto?

Oso: ¿Que? si yo solo vi que la reja estaba abierta y me llegaba un olor rico, y

Quise saber que era.

Gustavo: haaa ¡uff! que alivio pensé que nos querías hacer daño

Oso: ¿Qué? , no, porque quería hacerles daños, oye espera puedes entenderme

Gustavo: SI, eso parece

Oso: ¡hooo! que increíble!

Gustavo: si, lo sé yo estoy tan sorprendido como   tu, oye, ya que estamos en confianza no podrías volver a tu jaula

Oso: Si, claro pero puedo hacerte  una pregunta

Gustavo: si, claro

Oso:¿Por qué me temen las personas si no les he hecho nada?

Gustavo: bueno, es que tú eres un oso

Oso: si, pero ¿qué tiene eso de malo?

Sin darse cuenta empezaron, a caminar a la jaula del oso

Gustavo: bueno, es que los osos a veces pueden ser un poco peligrosos

Oso: Así, es que como yo nací en cautiverio no sé como son los osos en su estado natural, pero aunque las personas saben que yo estoy en cautiverio, igual me temen las personas

Gustavo: SI, es que las personas no saben eso. Oye sin darnos cuenta llegamos a tu jaula, bueno adiós te dejo.

Oso: bueno, adiós y diles a las personas que no me teman tanto

Gustavo: con una sonrisa "está bien"

Luego de cerrar la reja, todos miraban sorprendidos a Gustavo que pudo devolver al oso a su jaula sin anestesiarlo y sin  hacerle algún daño solo seguía al muchacho, todos miraban a Gustavo en eso, su amigo que lo estaba esperando, le dijo:

Felipe: pero, ¿como hiciste eso?

Gustavo: ¡Felipe! No me vas a creer pero otro día te contare con más detalle


unos extraños hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora