De Taylor a Swift

Capítulo 13

Sophie y yo entramos al restaurant. Yo estaba buscando como loca a Abigail y a Alex. Cuando los vi, decidí pasar al frente de su mesa y lo hice. Ellos no me vieron pero Sophie si y los saludó. Abigail agachaba su cabeza y Alex se sonrojaba, ambos estaban apenados y eso me hacía sentir bien.

-¿Abigail? -pregunté- ¿Qué haces aquí con Alex, si tu me dijiste que ibas a salir con Brad, el novio al que le terminaste hace 3 meses?

-¿Quién te dijo eso? -preguntó para salvarse de la otra pregunta-

-Eso no importa -le dije- Ahora, ¿qué haces aquí con Alex?

-Es que... -empezó a decir pero Alex no la dejó terminar-

-Abi y yo somos novios -afirmó- Hace 2 semanas lo somos.

Eso me destrozó. Estaba muy dolida como para cenar ahí pero si no me quedaba Alex va a pensar que me gusta, lo cual es verdad. No pensé en nada y salí corriendo del restaurant mientras todos me gritaban "¡Taylor!". Me monté en mi carro y me fui a mi casa. Empecé a tocar la guitarra y a pensar en Mario quien era mi novio. Decidí terminarle al día siguiente y estar sola por un tiempo. También decidí no hablar con las personas que me hacen daño por un tiempo, aunque me busquen. Decidí también, ir a otro colegio.

-Mamá, me voy a un colegio de música

-Taylor, es una decisión tan... -se quedó pensando en la palabra apropiada- ...repentina

-Yo sé pero estoy decidida -afirmé-

-Si eso es lo que quieres, adelante -me dijo- Yo te firmo los papeles necesarios

-Gracias, mamá -la abracé- Voy a buscar colegios de música.

Cuando iba saliendo, vi a Abigail viniendo por un camino y a Alex viniendo por otro en su carro. Los ignoré y me fui. Vi que Alex dejó entrar a Abigail a su carro y eso fue lo último que vi. Pensaba: "¿Por qué habrían venido a mi casa? ¿A disculparse?" Cuando llegué a Mozart, una escuela de música, bajé del carro y entré a inscribirme. Allí estaba la recepcionista y en su escritorio había un espejo. Vi a Abigail y a Alex bajarse de su carro desde el espejo, supuse que me estaban siguiendo. Cuando estaban viniendo me escondí detrás de una planta enorme y le dije a la recepcionista que les dijera que no me había visto.

-Bienvenidos a Mozart -dijo la recepcionista, Nancy- ¿Les puedo ayudar en algo?

-Buenos días. -dijo Abigail- Queremos saber si vio a una chica rubia, con rizos de 16 años.

-No. -dijo Nancy- No la he visto.

-Pero es imposible, -empezó Abigail- su carro está afuera.

-¿Está segura que no la ha visto? -preguntó Alex-

-Hmm... -empezó a decir Nancy- Ahora que recuerdo, vi a esa chica caminando al centro comercial de al frente.

-Vámonos, Alex -dijo Abigail saliendo de la escuela-

-Muchas gracias -dijo Alex y luego salió de la escuela-

-Gracias, Nancy -le dije- Por engañar a ellos dos.

-No hay de qué -me dijo sonriendo- Y ¿qué haces aquí aparte de esconderte?

-Quiero ingresar a la escuela -le dije- Mi nombre es Taylor Swift

-¿Taylor Swift? -me dijo pensando- Ese nombre me suena familiar.

-¿Ah si? -le dije-

-Me suena muy familiar -empezó a buscar mi nombre en Google- ¡Taylor Swift! Claro, eres la chica que canta Our Song.

-Si -afirmé- Entonces, ¿puedo entrar a la escuela?

-Si, -me empezó a decir- tan solo tienes que hacer que tus representantes firmen esto y ya estarás dentro.

-Gracias -le dije y me fui a casa-.

Cuando salí, vi a Abigail y Alex buscándome en el centro comercial, me dio mucha risa hasta que me vieron y me volvieron a seguir. Decidí irme por el camino largo a mi casa para perderlos pero luego se me ocurrió que si me metía por el camino largo, ellos llegarían antes a mi casa y les tendría que hablar, entonces decidí ir a otra casa y terminar con todo esto de una vez.

-Hola, Taylor -me dijo-.

-Hola, Mario -le dije- Necesito hablar contigo de algo importante.

-¿Sobre qué? -me preguntó- Dilo y ya

-Es que... -empecé pero no sabía como decirlo suave, así que se lo dije de golpe- ...quiero terminar contigo.

-No puedes -me dijo-.

-¿Cómo que no puedo? -le pregunté molesta-.

-Vengan chicos -de su casa salieron Edward y Emma-

En ese momento no sabía que pensar. Habían cosas que no tenían sentido, como aquel día que Mario se echó la culpa por algo que él no hizo para salvarme pero que fueran cómplices explicaba el por qué estaban hablando afuera de mi casa. De todas maneras, qué me van a hacer. Yo podía terminarle a Mario si yo quería y ellos no podían hacer nada en mi contra porque me estaba cambiando de colegio.

-¿Qué me van a hacer ustedes tres? -les dije con tono de superioridad- ¿Cortarle el pelo a Emma y decir que fui yo?

-No, -empezó Mario- eso ya lo hicimos una vez.

-Ya verás que te haremos, Taylor -dijo Emma-.

-Ya veré -les dije y me fui-.

Cuando llegué a mi casa, no vi el carro de Alex, entonces supuse que no estaban ahí. Entré a mi casa y estaban Alex y Abigail.

-Hola, Taylor -me dijeron ambos al mismo tiempo-.

-Hola novios -les dije-.

-Tu mamá nos dijo que te vas a cambiar de colegio. -dijo Abigail- No lo hagas, ahí estamos nosotros, tus amigos.

-En eso te equivocas -le dije- porque mis amigos no inventan a un Brad, me mienten y se hacen novios entre ellos.

-¡No somos novios! -dijeron ambos al mismo tiempo-.

-Abigail y yo sospechamos de Mario y decidimos investigar, -empezó a decir Alex- pero como tú te molestarías con nosotros si te lo hubiéramos dicho, inventamos lo de novios.

-¿En serio? -pregunté-.

-Si -dijo Abigail y les di un abrazo- Entonces, ¿te quedas en el colegio?

-Me gustaría pero... -les empecé a decir- ...Mario es cómplice de Edward y Emma y si me quedo me van a hacer algo malo.

-¿Cómo lo sabes? -me preguntó Abigail-.

-Le terminé, entonces de su casa salieron Edward y Emma y me lo dijeron -les expliqué- ¿Abi, te puedes quedar esta noche?

-Seguro -me respondió-

Alex se fue y Abi se quedó. Eran las 2 a.m y Abi y yo estábamos dormidas hasta que Meredith empezó a maullar porque oyó un sonido. Me desperté y desperté a Abi, nos asomamos por la ventana y vimos una sombra que luego se fue viendo mejor su rostro y esa persona era alguien que no nos esperábamos ver.