Meoh → KaiSoo/KaiDo

u n o → la fotografía

—No me toques, rata apestosa, ¡no me toques, no me toques, no me toques!

No otra vez.

Siempre era lo mismo, las madres ya hasta estaban recogiendo el dinero de las apuestas. Obviamente, era un sí masivo. Un «van a pelear como perros y gatos», buenos, ellos literalmente lo eran.

—¿Rata? ¡Mami, Kyungsoo hyung me dijo rata! —espetó el pequeño niño moreno embutido en su traje, y nop, no era de rata. Kim Jongin era un tierno osito bebé.

Un adorable cachorro de rottweiller confinado en un traje de osito marrón que era llamado «Rata» por un gatito rabioso dentro de un traje de pingüino. Qué cosas.

—¿De dónde habrá sacado Kyungsoo que Jongin es una rata? —preguntó Hwagnin, la mamá de Jongin, mientras miraba las mejillas rojas de ambos pequeños; sino fuera una situación calurosa, hace rato les habría sacado una foto.

Click.

Oh, olviden eso. Mirae, la mamá de Kyungsoo ya lo hizo.

—Kyunggie, Jonginnie no es una rata. Es un cachorro, aunque hoy es un tierno oso ¡Bebé, a ti te encantan los osos! —expresó Mirae, con una dulce sonrisa de mamá comprensiva en los labios.

—Para mí es una apestosa rata de alcantarilla. ¡Un Huaren!

—Guaren.

—¡Como sea, no quiero que me toqueeeeeeee con sus garrapatas, mááááámi!

—Pero quedamos en que íbamos a sacarles muchas fotos a los dos juntitos, Kyunggie —se quejó Mirae, tratando de apaciguar la ira de su hijo de ocho años, Dios, ¿por qué los gatos tenían que ser tan ariscos?—. Vamos, abraza a Jonginnie para la fotografía, ¿sip?

—¡Me reduso!

—Rehúso.

—¡No me corrijas, mujer gata!

La mamá de Kyungsoo tiró la toalla con un resignado suspiro. Con los ojos le hizo seña al padre para que interviniera, pero éste estaba demasiado enfrascado en una partida de Jenga con el padre de Jongin, y ese era otro que definitivamente no iba a ayudar. Ya no sabía qué hacer, su pequeño gatito pingüino se negaba a siquiera acercarse a Jongin para tomarse unas miserables fotos para el álbum de recuerdos, de esas fotos con las que más tarde lo avergonzaría delante de sus amigos (como buena madre). Ni siquiera entendía como es que cabía tanta bravuconería en el rechoncho y blanquecino cuerpo de un niño gato de ocho años.

—¡Eres un tonto, Meoh! ¡Siempre te están corrigiendo!

Oh no. Jongin dijo la palabra inventada con M que hacía que Kyungsoo Kyungsooevolucionara, era definitivo.

Mirae tomó con suma tensión la mano de Hwangin y dieron unos considerables y gigantescos pasos hacia atrás antes de que la furia se desatara en aquel jardín. Claro, Hwangin no quería dejar a su pobre hijo a merced de el hijo de ella, pero qué podían hacer, la última vez habían tratado de meterse ambas resultaron heridas por una pila de dientes chuecos y garras afiladas.

Kyungsoo sí que rasguñaba fuerte.

—¡Eres rata muerta! —rugió Kyungsoo arremangándose las mangas de su traje de pingüino y con la vena latente en la frente.

Al menos tendría su fotografía adorada, en el momento en que Jongin saliera corriendo (aún si sabía que no era tan veloz como Kyungsoo) Mirae iba a dejar caer su dedo en el botón de la cámara para inmortalizar una de las tantas peleas entre su hijo y el hijo de su mejor amiga.

—¡Alcánzame si puedes, gato mugroso, enano, odioso y huraño!

Y sip, era eso exactamente lo que significaba Meoh.

🐱

¡Feliz, diez mil, 10.000, 1 0. 0 0 0 bananoooooos! 🙆

Estoy muy emocionada y porque estoy emocionada les traigo este fanfic comedia/fluff híbridos. No será nada serio, sólo busco hacerlos reír y agradecerles por la cantidad de seguidores que se han sumado a este familia frutal. Gracias, gracias, gracias, de verdad, muchas gracias por seguirme y darle amors a mis historias 💕

Espero que este fanfic les guste muchooo, serán capítulos cortos, ¡disfruten!