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s i e t e → la fiesta de baekhyun

Kyungsoo no entendía cómo es que podía entrar tanta gente en una casa, no es que la casa de Baekhyun fuera pequeña, porque no lo era, pero para la cantidad de personas que había era simplemente increíble. La casa de Baekhyun tenía dos pisos anchos, un enorme jardín con piscina y una cancha de tenis, la cancha albergó a una buena cantidad de personas desparramadas por allí un poco medio borrachos, así que por esa razón las demás zonas de la casa no estaban apretujadas.

—¿Te estás divirtiendo, Kyunggie? —preguntó Baekhyun llegando en su sensual atuendo de la noche, una camisa manga larga blanca que definía su esbelta silueta y unos pantalones que, sinceramente, Kyungsoo apostaba que se los había metido con mantequilla; no encontraba otra explicación para semejante pantalones ajustados.

Su cola de gato no hacía más que encrisparse y sus orejas no hacían más que darle un aspecto sensual.

—Lo hago. A pesar de que hay demasiada gente, lo disfruto —contestó sorbiendo su bebida alcoholizada, muy a pesar de que era menor de edad. Uh, bueno, Baekhyun tampoco lo era y eso que estaba cumpliendo dieciocho lo que sería válido en otros países—. Invitaste como a tres escuela a la redonda.

—Quería que todo el muuuundo se divirtiera, incluso invité a Jongin —Baekhyun dejó caer la oración suave y entendible a pesar de la estruendosa música.

Kyungsoo sabía muy bien que Jongin estaba presente en la fiesta, para su sorpresa, lo había visto merodear con Cabeza de Coco, Poste con Patas y el infaltable, el Trasero de Tambor. Los cuatro estaban teniendo un buen momento, sobre todo Jongin y Jimin, uh, Kyungsoo los odiaba.

—¿Por qué lo harías? Se sabe que se odian.

Baekhyun bailó un poco alrededor de Kyungsoo y sonrió como él solo, unas cuantas chicas pasaron por su lado y él no hizo más que sonreírle coquetamente ganándose muchos «otoké, kiotá» de las susudichas, Kyungsoo rodó los ojos.

—Porque Jongin es la bola de estambre preferida de mi ex novio —respondió bailándole Body de Mino a Kyungsoo.

—Jongin no es mi bola de estambre, ¿qué dices? Ya estás borracho.

—Probablemente, pero los borrachos y los niños siempre tienen la razón —aludió el otro, bailando todavía más suelto—. Deberíamos ir a adentro, llegó la hora musical.

Kyungsoo caminó de la mano de Baekhyun por el simple hecho de que no quería que el cumpleañero se cayera de bruces a la piscina, de resto, él ya no tenía ciertas responsabilidades con Baekhyun desde que habían terminado hace más de un mes. No hubo la típica escena de cachetadas, lágrimas, dolor y sufrimiento, fue sencillo porque Baekhyun era un alma libre y alegre y Kyungsoo nunca estuvo entregado a esa relación como le hizo creer a toda la escuela. Seguían siendo amigos, Baekhyun era parte de su grupo selecto de amigos en donde sólo eran dos personas, y ahora que Baekhyun estaba cumpliendo dieciocho años, era su debe hacerle un bonito regalo a petición del cumpleañero.

Baekhyun subió a la tarima que había sido instalada en el jardín, tomó el micrófono y comenzó a amenizar su propia fiesta, sonriendo coquetamente y ganándose los suspiros hasta de los tipos de seguridad que había contratado para la noche, luego, presentó a Wu Yifan quien le iba a cantar una canción llena de barrio y flow.

Yifan subió con su estilo americano no superado, diciéndole a Baekhyun feliz cumpleaños y llenándolo de esos halagos que Baekhyun tanto disfrutaba, después cantó una canción compuesta por él llamada «Juice» y al final de la noche, la gente lo bautizo como el Chico del Jugo aunque él insistió que la canción no hablaba de ese jugo.

Total.

Cuando fue el turno de Kyungsoo, toda la escuela, los invitados y los colados a la fiesta estaban más que pendientes de qué canción cantaría el flamante novio gatito de Baekhyun porque para los efectos del mundo, ellos seguían juntos.