¡Esforzarse para lograr un sueño!

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Habían robado la casa de mi mamá, nos quedamos sin nada, lo único que teníamos era una cama y un colchón.  Casi todo o todo lo de valor se lo habían llevado, no se como pero así fue. Tuve que dejar ballet por algún tiempo y sentía que mi vida no tenia sentido. Solo me quedaba el club de gimnasia en el colegio, que no era lo suficiente o eso sentía. Quería que todo volviera a la normalidad para poder seguir con mi carrera de bailarina.

Poco a poco todo empezaba a ser "normal" nuevamente. Uno de los fines de semana que pase con mi padre conocí a un chico muy lindo, al parecer desde siempre había vivido al lado y nunca lo había notado ¿que loco no?

Gracias a unas amigas que me habían invitado a salir una noche; eso después de que le suplique a mi padre como una hora hasta que al fin me dio el permiso para ir. Allí fue donde lo conocí, él se llama Andres. Luego de quedarse viéndome como una hora mientras jugábamos se me acerco y se presento. 

_ ¡Hola me llamo Andres, mucho gusto! - dijo, mientras sonreía.

_Hola mi nombre es Melany, igualmente. - Respondí un poco nerviosa.

Pasamos el resto de la noche hablando y jugando. Mis amigas ya estaban aburridas, así que decidimos irnos a casa, me despedí de Andres con un beso en la mejilla y partimos a casa. 

Al siguiente día fui a casa de mi madre, quien estaba emocionada porque tenia una muy buena noticia que darme... 

memorias de una bailarina de balletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora