Capítulo 10

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Me temblaban las manos, mi corazón estaba tan acelerado que temía que se saliera de mi pecho.

No dejaba de ver la ventana frente a mi, tan cercas. Di un paso y todo a mi alrededor comenzó a temblar.

En el siguiente paso las paredes de mi habitación comenzaron a desmoronarse.

Inmediatamente miles de voces resonaron en mi cabeza, algunas me resultaban familiares, pero el resto no las reconocía. Todas me pedían lo mismo: "No mires por la ventana".

Di un paso mas, y en el piso bajo mis pies comenzaron a crearse grietas, como si me advirtiera que al siguiente paso todo bajo mis pies desaparecería.

Todas las voces que me intentaban detener cesaron para dar lugar a una voz mas, mi voz.

-No lo hagas, no des un paso mas-

-¿Quien eres?-

-No mires por la ventana-

-¿Por que?-

-No dejes que ellos te dominen. Lucha. Sal de aqui-

-¿Quienes?-

-No mires por la ventana-

La voz se fue apagando lentamente, hasta que todo el lugar quedo en silencio.

¿Acababa de tener una conversación conmigo misma? ¿Pero como?

De pronto el viento soplo mas fuerte, recordándome la ventana que estaba frente a mi.

Sentí el frágil piso bajo mis pies, dude un momento. Di el siguiente paso y al hacerlo todo a mi alrededor comenzó a caer en pedazos, aún no estaba cercas de la ventana y el lugar se venía abajo.

Tome impulso y me lance hacia la ventana justo en el instante en el que el piso donde antes había estado de pie desaparecía.

Estaba tan cercas de tocar la ventana, pero solo roce la cortina y caí directo a la oscuridad.

Al inicio caía con una gran velocidad, pero esta fue disminuyendo poco a poco sin llegar a detenerse.

A mi alrededor aparecieron mis recuerdos rodeandome. Veía a mi madre cociendo el vestido que rompí por desobedecerla, vi a Dilara dándome un poco de su postre aquella vez que por accidente tire el mio. Vi a mi padre tomándome de la mano para volver a casa la vez que me perdí siguiendo una paloma. También vi cuando mis padres discutían. Todos mis recuerdos.

Debajo de mi, vislumbre una luz que se acercaba lentamente, después de unos segundos logre distinguir una ventana abierta por la que estaba a punto de caer.

-No dejes que ellos te dominen- Escuche de nuevo con mi voz.

Instantes después estaba cayendo por la ventana.

Un viento fuerte me obligó a cerrar los ojos, sentía que todo a mi alrededor daba vueltas y de un momento a otro todo se detuvo y yo estaba de pie.

Abrí los ojos lentamente, estaba frente a la ventana de mi habitación. Solo una cortina me impedía ver al otro lado.

Con decisión aparte la cortina y me acerque para mirar.

Solo veía el jardín tal como lo recordaba de pequeña. No entendía.

De pronto mi madre corrió afuera de la casa, su rostro estaba herido tenia golpes.

-¡Detente! ¡No es lo que crees!- gritaba mi madre con desesperación.

Instantes después le dispararon en una pierna, haciendo que cayera de rodillas, entonces algo sorprendente sucedió, no se si fue mi imaginación o no vi bien pero podría jurar que un par de alas blancas salieron de su espalda, segundos antes de recibir un par de disparos mas que la hicieron caer de espaldas sobre su jardín de flores blancas. Las alas desaparecieron o eso creí pues todo a su alrededor era blanco incluido su vestido.

-¡Mamá!- comencé a gritar con desesperación, al ver que ella no se movía. Las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas empapando mi rostro.

Pero mi voz se apago al ver como las flores blancas comenzaron a teñirse de un rojo intenso alrededor del cuerpo de mi madre, en ese momento supe que la había perdido.

Mi padre me mintió, mi madre no murió de enfermedad, la asesinaron.

Entonces vi como un sujeto, se acerco al cuerpo de mi madre. No se si la oscuridad me estaba jugando bromas, pero me pareció que el sujeto tenía alas negras.

El sujeto se acerco a mi madre y la pateó, segundos después disparo una vez mas justo en la frente de mi madre, al ver esto la furia me invadio, solo quería saber quien era ese ser tan despreciable que asesino a mi madre frente a mi. Y como si aquel sujeto leyera mi mente, levanto su rostro y me miro. No podía creerlo, no era posible que el le hiciera tal daño a mi madre.

"Era una traidora" articulo lentamente para que yo lo pudiera comprender y luego sonrió.

Me seque las lágrimas y lo mire con odio. Yo lo consideraba mi tío, mi familia.

-¡TE MATARE HALMES! ¡LO HARE!-

Después de decir eso baje las escaleras a toda prisa y me dirigí al jardín. La furia me dominaba, estaba dispuesta a matarlo.

Pero al llegar solo logre ver como se alejaba con Dilata en brazos, estaba por correr tras de él. Pero varias flores blancas se habían sujetado a mis tobillos impidiendo que me moviera.

Caí de rodillas y grite, grite hasta sentir que el dolor disminuía.

Instantes después el suelo se lleno de grietas y caí a la oscuridad. La cual me rodeaba y devoraba todo a su paso, hasta llegar a mi.

-No debiste mirar por la ventana. Has perdido"-

No mires por la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora