Capítulo 2

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—Nunca sabes qué puede ocurrir con ellos — contesté finalmente — Siempre tienen alguna excusa para cualquier tipo de problema. En especial la "señorita perfecta" Suni. En cualquier momento te podrá hacer caer en sus encantos y tú estarás completamente perdido y cegado por aquella "Señorita". Te lo aseguro.— Dije suspirando. Él me miró una vez más y sonrió. Me sentí algo rara con su mirar. Agaché mi mirada y seguí los pasos de ambos. Llegamos al edificio y subimos unas escaleras hasta llegar a la habitación "Cuarto B". Suspiré y lo saludé con Sun Hee. Nos fuimos de allí hasta nuestro cuarto. Mi amiga cerró la puerta mientras yo me tiraba boca abajo en mi cama. Suspiré.

  —Vi como él te miraba — habló Sun Hee.

—No empecemos de nuevo...— bufé.

—Oh ____! Vamos! — me palmeó la espalda.

—Mmm — dije incómoda tratando de sacar sus manos.

—Además temblabas y sé que quieres pensar en eso. ___ te conozco como mi hermana — rió levemente — Es obvio que te atrajo Jimin.

—Pero si apenas lo conozco! — dije sentándome en la cama mientras me sentaba en forma india.— Además yo no le podría gustar porque .... soy fea.

—Estás loca! ¡Eres hermosa! — pellizcó mi mejilla.   

  —Hay no, te pareces a mi abuela Yui— reí y ella se unió a mi risa.

—Bien! ¿Quieres ir andar con patineta atrás?? — asentí con la cabeza — Vamos — me tomó del brazo y tomamos nuestras patinetas y nos fuimos.

Bajamos las escaleras y comenzamos a andar en las patinetas por todo el campus. Los chicos jugaban partido de fútbol, otras chicas se sacaban fotos o se maquillaban, o las porristas practicaban. Nosotras eramos normales, sólo andábamos en patineta como nos gustaba hacerlo. Íbamos hablando mientras subíamos y bajábamos de las rampas.

—____! Cuidado! — dijo Sun Hee, fruncí el ceño y choqué con alguien.   

  —Auch... Hay oye lo siento yo... ___? — levanté mi vista y vi a Jimin.Me tendió sus manos.

-Auch... Hola Jimin. — Tomé sus manos y traté de pararme. Mi pie me dolía.- No, no, me torcí el tobillo, no puedo mantenerme de pie — Jimin me tomó en sus brazos, Sun Hee se acercó a nosotros rápidamente. Tocó mi pie y chillé del dolor. —

—Lo siento— se disculpó ella avergonzada.  

  —Vamos a la enfermería— dijo Jimin y rápidamente me llevaron hasta esta. La enfermera me vio y nos hizo pasar rápidamente a la camilla. Me sacaron mis zapatillas y mis medias. La señora comenzó a mover mi pie lentamente, yo hacía muecas de dolor y apretaba mis labios para no gritar.

  —¿Te duele? — Preguntó mientras tiraba hacía atrás.

—S-sí—  

  —Te lo has hecho un esguince.— dijo ella. — Te lo vendaremos y usarás muletas por dos semanas. ¿De acuerdo? No debes hacer ningún apoye, ningún deporte y ni debes cargar cosas pesadas.

—Cuantas semanas debe tener el pie vendado? — preguntó Sun Hee — 

  —Y tres semanas, depende si es una cura rápida. Por eso la visitaré de vez en cuando. Para eso, debe hacer reposo estas semanas. No debe ir a clase. — asentí con la cabeza ante las palabras de la enfermera. Comenzó a vendarme el pie. Luego me dio unas muletas y bajé de la cama con ayuda de Jimin y Sun Hee. Le agradecimos a la enfermera, ella me entregó los certificados y salimos de allí.

—Y ahora.. ¿Cómo subo las escaleras?— reí.

—Yo te llevo en mis brazos— sonrió Jimin.

—Yo llevaré las muletas — prosiguió Sun Hee.

—Si no me ayudan a subir con las muletas y listo — sonreí.

— NO! — gritaron ambos al mismo tiempo. Reí —   

  —Vamos, yo te llevo en mis brazos — dijo Jimin mientras él me sostenía y Sun Hee me quitaba las muletas. Miré el rostro de Jimin mientras él subía las escaleras, su rostro me era familiar, sus ojos me llamaban la atención; bueno en realidad, todo él me llamaba la atención. Vi como sonreía y me miraba de reojo. — Ya sé que soy lindo, hermoso y demás; pero me miras mucho. ¿Tengo algo en el rostro? — preguntó gracioso.

  —Ego — reí — Sí , tienes, dos ojos, una nariz, una boca, dos hoyuelos cuando sonríes, dos cejas, pestañas, etcétera — reímos los tres. Jimin me acostó en mi cama y besó mi mejilla. Sus pestañas me hacían cosquillas en la mejilla. 

  —Bien, chicos, iré a informarle al director sobre tu esguince, ____ — dijo Sun Hee.

  —Bueno, gracias Sun Hee — sonreí. Me guiñó un ojo y se fue. Jimin miraba la habitación atentamente. Luego sus ojos verdes esmeraldas se enfocaron en un cuadro mío y de mi familia en la mesita de noche.— Ahí tenía... siete años, cuando mi infancia comenzó a arruinarse...

  —¿Arruinarse?— preguntó confundido. Asentí con la cabeza.— ¿Por qué? 


  —Mi padre comenzó a abusar de mí, le pegaba a mi madre y era hija única. Luego mi madre se casó con un señor, mi padre está preso por abuso sexual hacía mí y maltrato a mi madre y también a mí. — subí mi polera y le marqué una marca que tenía en la espalda.— Eso me lo ha hecho él con una navaja — suspiré. — Fue el peor día de mi vida.— Bajé mi polera — Y luego conocí a mi hermanastro mayor, aún no me he hablado con él, pues, no soy de hablar mucho con... extraños, además fue hace poco que mi madre se casó con aquel señor. 

  —De verdad? — asentí con la cabeza en respuesta a la pregunta de Jimin.

  —Mi vida ha sido muy difícil, y aún lo es...

  —¿Por qué lo dices?

  —Porque... me hacen bullying y... se burlan de mi peso, de mi físico.. Todo de mí. Me llamaban antes "chica gorda". Ahora "chica anoréxica". 

  —No tienes nada de malo, eres hermosa.—

DNA|Jimin&Tú|Where stories live. Discover now