DNA|Jimin&Tú|

Capitulo 5

  —Para mí, querida amiga, él es el chico de tus sueños misteriosos. Y También creo, que tú estás enamorada de alguien...— alzó ambas cejas.

  —¿Eh? ¿De Quién? — rió.

  —De Jimin, tontita — Fruncí el ceño.

 —Tú debes de estar más loca que mi abuela, pero no puedo negar que Jimin es un lindo chico. 

  —Para mí tú gustas de él, cuanto te apuesto a que te enamorarás de él en pocas semanas y luego estarán juntos? 

  —Vale, hagamos un trato. Si tú dices que yo me enamoro en dos semanas, debo hacerte toda la tarea. Pero si yo tengo la razón, tú debes decirle a Jung que gustas de él. — Mi amiga extendió su mano y sonrió.

  —Acepto — dijo con una mirada cómplice. Y así estuvimos todo el día, hasta que era la hora de dormir. 

  [...]

  Estas semanas se habían pasado muy rápido. De mi tobillo estoy mejor, eso ni hablar. Jimin desayunaba con nosotras en la cafetería, se sentaba junto a nosotras, también. Me hacía reír mucho y Sun Hee me miraba victoriosa. 

  Al lado de Jimin me sentía más protegida, como en mis sueños. Me sentía más querida. Así como en mis sueños con el hombre misterioso. Siempre sospechaba de Jimin... Pero luego me convencía de que él no era. Pero Sun Hee sí. 

  —Y entonces eso es lo que pasó... — terminó Jimin de decir. Mi visión estaba vagando por el lugar, al igual que mi mente. Sentí dos miradas. Miró a Sun Hee y a Jimin , quienes me miraban. 

  —¿Qué pasa? — pregunté. 

  —Qué te pasa a ti? — dijo Sun Hee.

  —Estás distraída — dijo Jimin.

 —Sí.. Muy seria también. 

  —¿Qué ahora no puedo pensar? — dije frunciendo el ceño. 

  —No.. ___.. no es eso. ¿Qué es lo que pasa? — preguntó Jimin.

  —Nada — me crucé de brazos y bufé. 

  —¿Por qué no nos quieres decir? — preguntó ahora Sun Hee.

 —Porque no quiero. — dije levantándome de la silla de la mesa de la cafetería. Salí de esta con los brazos cruzados. Tomé mi cartera y salí al campus, donde me esperaría ella. 

  El director me sonrió y me saludó. 

  —La espero aquí, señorita. — me sonrió. 

  —Está bien, adiós — lo saludé y me fui con mi Tía Yang Mi hasta su auto. 

  —Querida! ¿Cómo estás? — dijo sonriendo. 

  —Bien — contesté algo desanimada. 

  —No te gusta ir de compras conmigo? — preguntó algo triste.

  —No es eso, tía, es que... No soy de estas chicas así. Tú eres una mujer con muy buena moda, buen humor y le agradas a toda la gente. En cambio yo no. Soy una chica sencilla, y hacer esto... será un buen rumbo a mi vida. 

  —Tranquila, yo sé que te gustará y a Sun Hee también. — sonrió — 

  —Ojalá que a él también — miré por la ventana. — Ojalá no me cambie esto por personalidad. 

  —No te cambiará en nada... Te lo aseguro. — me guiñó un ojo mientras ella doblaba una esquina y seguía conduciendo. — Dime, ¿Algo nuevo?