Capítulo 5

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Luego de que él se marchara dejándome sola en un hospital, me di cuenta que al salir de casa no cogí mi móvil. Por lo que tuve que pedirle a una generosa enfermera que me prestara el suyo para poder llamar a mi hermano.

Aquí estoy veinte minutos después viendo como Zack entra buscándome con la mirada, por lo que me levanto para poder captar su atención, cuando nuestras miradas se conectan su rostro se vuelve visiblemente aliviado. Somos muy unidos y nos preocupamos mucho el uno por el otro.

— Zarah Alexa, ¿ me puedes explicar que demonios te ha pasado? – Dice cuando llega hacia mi. Su rostro ya no refleja alivio, sino molestia.

— Tranquilo que estoy en una sola pieza, ¿no me ves acaso? Solo fue un imbécil que casi me atropeya... Casi. Así que no tienes que preocuparte. – Digo esto último enredando mis brazos en su cintura y apoyando mi cabeza en su pecho.

— ¡Demonios Zarah! No digas que no me preocupe por ti, eres mi hermanita. Sabes que tu y Amalia son lo mas importante en mi vida.– Dijo apretandome fuertemente contra si, para luego depositar un beso en mi frente y guiarme hasta su coche.

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El trayecto del hospital hasta la casa de mi hermano fue bastante tranquilo, casi no hablamos, solo lo hicimos cuando Zachary me preguntó si quería volver a casa de mi padre, lo cual me limité a negar moviendo mi cabeza de un lado a otro.

Cuando llegamos a su apartamento mi hermano se dirige a su habitación y yo al cuarto de invitados, prometiendo bajar a ver una película una vez estemos duchados. No es muy común que me quede en su casa ya que siempre esta trabajando o en algún lugar con Amalia, pero al parecer salio temprano y pues Amalia esta en Rusia visitando su familia.

Cuando termino de ducharme, bajo y no veo a mi hermano por lo que supongo que no ha terminada. Me tumbo en el sofá, prendo la tv con el mando a distancia y voy eligiendo una película antes de que llegue, porque estoy segura que me obligará a ver una de zombies o asesinatos. Pero mi intento falla ya que cuando baja aun no he elegido nada y como siempre me soborna con darme mas de la mitad de la pizza que ordenó, si veo la pelicula que el eligió.

Y como soy una persona amante a la comida, pues claro que acepto.

Cuando ya hemos visto demasiadas películas, me siento increíblemente cansada y con mucho sueño, tanto que no puedo evitar quedarme dormida acurrucada al costado de Zachary.

Solo soy consiente de que unos fuertes brazos me levanta, caminan conmigo y me dejan suavemente sobre la cama.

—Buenas noches princesa– Escucho entre sueño, luego siento un beso en mi cabeza y el sonido de la puerta al cerrar.

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