Capítulo 1

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Ser nueva en la Universidad no es bueno y mucho menos me agrada. Todos se me quedan viendo, eso ocasiona que me ponga más nerviosa de lo que estoy, sin olvidar la ansiedad que tengo. Al entrar me percaté que no hay ninguna figura femenina aquí excepto yo. Siento que no pertenezco. ¿Acaso me equivoqué al venir aquí?, ¿Dónde están las chicas? Me pregunté mientras caminaba. Y¿por qué todos me miran? Ni que tuviese un mono o payaso en mi rostro. Será mejor que continúe caminando.

Decidí dar un recorrido. Sólo faltan treinta minutos para entrar. Mientras caminaba observaba cada parte y esquina de la Universidad. Es demasiado grande, creó que me perderé. Pero eso no es impedimento para seguir con mi recorrido. Así que voy a continuar, sólo así mi mente dejaría de pensar y hacerse preguntas por lo menos un rato.

Al fin puedo ver otras chicas, no soy la única. Ví un grupo de chicas en un salón. Suspiré con tranquilidad. Pero para mi mala suerte veo un chico que se acerca. Mi cuerpo se tensa y siento que la respiración me falla. Trate de controlarme pero fue inútil, mientras más cerca estaba menos respiraba. Sólo deseaba que siguiera su camino. “Dios, por favor, que no se detenga.” “Esta bien, Enilay tranquila, solo es un chico, no pasa nada.”
Intenté calmarme pero no pude. El ya estaba justo en frente de mí.

-Disculpa, ¿Sabes dónde queda el salón de laboratorios?- preguntó tímido y nervioso. Espera un momento, ¿Que no era yo la nerviosa? No me lo puedo creer. Pensé que los chicos no eran tímidos. Pero este es todo lo contrario. Para ser sincera, tengo que admitir que es guapo. Su cabello es largo de color negro. Tiene uno que otro mechón en su rostro y sus ojos son azules. También es fuerte.

-Em... Soy nueva aquí y creo que tú también-. Le contesté observando sus músculos.

«¿Que haces Enilay?.Pareces una idiota babeando te por un completo extraño que se debió haber dado cuenta que lo ligas». Dijo una voz en mi cabeza.

-¿Qué?, Claro que no-

«Ajá, sí claro. Estas que no mueves ni un músculo. ¿Acaso haces el “Maniquí Challenge?" Porque si es así yo quiero participar». Se burló.

-Solo vete y no molestes, ¿Si?-dije para luego ver su rostro. Me sorprendió lo que ví.

Comenzó a sonrojarse. Me da la impresión de que se dió cuenta de que lo observaba detenidamente.

- Eh... Yo... Tengo que irme- dijo dando pasos hacia atrás. En el último chocó con una fuente. Antes de que chocase intenté avisarle pero ya era tarde.

-Es... Estoy bien- dijo tropezando con una profesora. No pude evitar reírme. Es muy divertido este chico.

-¡Niño!, ten más cuidado- dijo la profesora molesta.

«¡Que carácter! Deberías ser menos molesta. Con ese genio espantas hasta las moscas.»Otra vez esa voz.

Me acerqué a ellos.- perdone lo, no fue intencional- me disculpe con una sonrisa. Ella solo puso mala cara y continuó su camino.

« Que amargada. Por gente como ella es que el mundo está así. »

Ignore esa voz por completo y me le acerque más al chico.- ¿Se encuentra bien?- dije tocando su hombro. El alzó su cabeza y nuestros ojos se encontraron. Luego sus ojos se fijaron en mi mano tocando su hombro. Rápidamente la quité y di dos pasos atrás y fijé mi vista en el suelo.

- Sí, gracias. Te debo una- agradeció.

- No fue nada- dije aún mirando el suelo como si hubiese algo interesante.

- ¡Claro que sí!, ella me iba salir a comer, literal- ambos reímos ante el comentario.

-Bueno será mejor que me vaya.- Dijo un poco nervioso. Se fue corriendo.

Miré mi reloj, las siete y treinta. ¡RAYOS!. Llegaré tarde. Comencé a correr y a disculparme con algunos alumnos. Soy tan torpe que tropiezo con todo.

Llego un poco cansada y con el corazón acelerado. No podía respirar bien. Me calmé y repose unos segundos. Entré, el profesor ya había comenzado. Seguro todos me miran. Esto es muy vergonzoso.

« ¡Excelente! Tu primer día y tarde»

Suspiré y tomé asiento. - ¿Que tiene que decir alumna?- pregunto el profesor.

- ¿Lo siento?- dije con una sonrisa a medias.

- Sentirlo no basta señorita.- dijo serio. - Se lo dejaré pasar esta vez. A la próxima, tendrá que dar una excusa pero al Director. ¿Está claro?-

- Sí, profesor- dije agachando la cabeza. Que momento horrible e incómodo.

El maestro comenzó la clase. Saque mi cuaderno y comencé a escribir todo lo que decía, lo importante. Estaba concentrada en el trabajo que nos había asignado el profesor hasta que escuché unas voces detrás de mí.

The Only Girl In The ClassroomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora