Capítulo 8

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Al día siguiente.

Los rayos del sol entraron a mí habitación haciendo que despertará. Busqué mi celular con la mirada porque a todas estas ni me había dado cuenta que no lo tenía. ¿Quién rayos iba a estar pendiente al celular en está situación? Nadie. Entonces me di cuenta que no estaba. ¿En dónde quedo mi celular? ¿Alguien lo tiene? Suspiré para conservar la calma y justo cuando me iba levantar para hacer contacto con el suelo, llegó la Doctora.

- Buenos días, ¿cómo está la paciente hoy?- preguntó la Doctora con una sonrisota de oreja a oreja.

- Estoy bien, mejor que ayer.- dije tratando de ser convincente.

- Mmm...a ver qué tan bien estás.- dijo chequeando mi estado físico. -Los signos vitales están perfectos. Definitivamente estás mejor.- dijo muy contenta.

- Entonces... ¿me dará de alta? - pregunté en tono bajo y tímido. Ella me miró y sonrió.

- Claro que sí. Ahora mismo.- dijo más contenta que yo y se acercó a mi. - ¿Sabes? Eres una chica muy fuerte y verás que todo mejorará pronto. - dijo sentando se a mi lado y tomando mi mano.

- Ay, Doctora. No sabe como me siento. Yo...intento ser fuerte por mi hermana.- dije con los ojos llorosos.

- Se como te sientes. En la posición que estás ahora, la verdad, no es nada fácil, pero te admiro. - dijo muy convencida de eso.

- ¿Por qué me admira?- pregunté confusa.

- Porque eres la primera jovencita que veo con ese carácter. Tienes coraje y tristeza, sin embargo eso no te impide continuar. Eso no todo el mundo lo puede hacer, muchos se derrumban o toman malas decisiones, pero tu eres diferente. Que dios te siga fortaleciendo.- dijo muy segura de eso.

- Gracias por sus palabras, las apreció mucho.- dije sonriendo.

- De nada, ven aquí.- me dió un abrazo y comenzó a acariciar mi cabello. Tengo que admitir que necesitaba un abrazo y ese abrazo se sintió muy bien.

- ¿Puedo ver a mi hermana?- le pregunté esperando un "sí."

- Porsupuesto que sí, de hecho tengo que darte algo. Ten.- dijo sacando del bolsillo de su bata un celular. -Tu celular.- dijo colocando lo en mis manos.

- Gracias, lo estaba buscando.- dije muy agradecida.

- De nada. Ahora vamos a ver a tu hermana.- dijo levantando se y dirigiéndose a la puerta para abrir la.

- Sí, claro.- dije poniendo el celular en mi bolsillo y salí de aquella habitación.

- ¿Estás nerviosa?- preguntó mientras caminaba a mi paso.

- Sí, un poco.- dije tocando mi brazo.

- No lo estés, esto no es como una cita con un chico- dijo riendo sé. Intentaba animarme y eso era lindo de su parte.

- Es cierto- me reí también.

Llegamos a la habitación, solo faltaba abrir la puerta, pero no podía. Había algo que me lo impedía. Creo que era el miedo que no me permitía abrir esa puerta para ver a mi hermana y la culpa que me consumía era aún más dolorosa.

- Tranquila. Respira profundo y abre esa puerta. Enfrenta tus miedos, Enilay. Solo así aprenderás a controlar los cuando aparezcan nuevamente y recuerda que todo está en tu cabeza.- dijo la Doctora con una sonrisa. - Mira, yo estoy aquí para apoyarte.- dijo extendiendo su brazo.

Sonreí a medias y también extendí mi brazo. Sujetó mi mano y me hizo señas con la vista para que abriera la puerta. Cerré los ojos y suspiré.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2018 ⏰

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