The Only Girl In The Classroom

Capítulo 5

No pude dormir después de todo lo había sucedido. ¿Cómo hacerlo? Si mi padre estaba allá fuera quien sabe dónde. No sé si esta bien o si está herido o si... De tan solo pensar en que podría estar muerto se me hacía un nudo en la garganta. Creo que no podría soportar perderlo. El era mi familia, mi todo.

Sentí unas gotas bajar por mi cara. No puedo llorar. Tengo que ser fuerte y positiva por el. Pase mis manos por mi rostro y saqué esas lágrimas. La puerta de mi habitación se abrió. Era mi hermana, se había levantado.

- Pensé que estabas dormida- dije un poco sorprendida.

- Lo estaba pero no puedo seguir durmiendo, no sin saber de el- dijo sentando se en mi cama.

- Lo sé, yo tampoco puedo dormir- dije sentando me a su lado.

- ¿Y nadie sabe nada? ¿Nadie lo vió?- preguntó. Creo que aún tiene esperanza. Yo espero no perder la mía. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde.

- No, nada. - contesté triste

- Hay que encontrar lo, Enilay. - dijo con ganas de llorar pero aguanto. Pienso que lo hacía por mí, para conservar fuerzas. Ella se hace la fuerte pero se que por dentro está destruida igual que yo.

- Y así será. Te prometo que lo encontraré. Cuando amanezca seguiré buscando.- dije con mucha positividad y sonreí.

- ¡De ninguna manera! No vas a seguir perdiendo clases.- Se opuso a mi búsqueda. No la entiendo, sí hace unas horas yo estaba sola buscándolo.

- Pero...- Me interrumpió y no logré decir más nada porque se alteró.

- ¡Pero nada, Enilay! ¡Irás a la universidad! ¡Yo seguiré buscando! ¡Y no se hable más!- dijo con seguridad- No cambiaré de opinión.- finalizó

- ¡No quiero ir!- dije molesta

- Ah, casi se me olvida. Tus amigas vinieron horita. Estaban preocupadas por ti. Les dije que estabas bien.- dijo esquivando el tema. ¿Por qué lo hace? Al parecer son sus últimas palabras al respecto y no cambiará de opinión. Claro que no, sí me lo dijo.

- Está bien, gracias por el mensaje.- dije molesta y con los brazos cruzados. Ella tomó mis manos y me habló.

- Escucha, solo quiero protegerte y quiero que sigas con tus estudios.- dijo aún tomando mis manos. Yo no quise mirarla. Así que quite mis manos de su agarre.

- ¡Me se cuidar sola! Y lo haré pero cuando sepa que mi padre esta bien.- dije levantando me y caminando hacia mi gavetero. Podía verla por el espejo.

- ¿En serio? ¿Se te olvida quien te trajo los otros día? ¡No puedes cuidarte!- dijo muy convencida de eso.- No sé porque te deje ir a buscar a mi padre, debí ir yo en tu lugar.- Se está arrepiento. Cree que nunca debió dejarme ir.

- Ya se, pero no me pasó nada, ¡estoy aquí! Y sin ayuda de alguien.- dije un poco más tranquila. Me di la vuelta.

- Pues...como ya tú fuiste, es mi turno ahora de buscar.- dijo levantándose y caminando hacia mí.

- Buen punto pero...- iba a decir que no tenía nada  que ver pero me interrumpió otra vez.

- Entonces, llegamos a un acuerdo ¿Esta bien?- dijo extendiendo su mano como si fuera un trato que cerraría al tocar su mano.

- ¡Bien! Si no queda de otra.- dije extendiendo mi mano para hacer contacto con la de ella.

- ¡Perfecto! Ahora prepárate, que ya mismo amanece- dijo caminando hacia la puerta.

Mi hermana se fue de mi habitación y me preparé para ir a la universidad. No quería ir pero mi hermana me estaba obligando.

Me fuí a la Universidad. Ni siquiera me despedí de mi hermana. Ya estaba demasiado molesta para ver la.