Aprendiz de Elementos

Capítulo 2

Ya pasa del medio día. Julia apenas se está levantando en esta navidad tan extraña y abre sus ojos verdes, mira el blanco techo. No, no soñó con él, de hecho no soñó nada. Se incorpora y se sienta en la orilla de la cama, piensa en lo que le ha dicho Sebastián y el maestro Mehmud: el clan. Ya es parte de ellos y sigue preguntándose a que se refieren con eso de Aprendiz de elementos. Lo había escuchado antes, comienza a recordar... Oh, claro, en las reuniones de su padre con la abuela cuando ella era más pequeña, recuerda escuchar cosas sobre eso. Piensa un poco más y recuerda el cuadro del abuelo, ese gran cuadro que está en la sala.

¡Enhorabuena! Esa marca que tenía el árbol su abuelo también la tenía, era un tatuaje en el cuello, lo veía en el cuadro; sí, todo esto lo escuchaba en las conversaciones, ella es parte de esa familia y la única persona que le puede resolver estas preguntas es su padre, que de seguro él sabe todo sobre esto. ¿Pero dónde está su padre? ¿Seguirá en las vacaciones con su futura esposa?

Enciende el televisor y sintoniza el canal de las noticias, a ella le encanta estar al tanto de lo que pasa en el pueblo así que le gusta ver este tipo de programas.
En ese instante entra Sebastián, el maestro Mehmud y en su antebrazo lleva a Ramsés.

—Hola. —dicen amigables Sebastián y el maestro Mehmud. El búho permanece callado, no quiere que Julia se desmaye de nuevo.

—Hola. Tú también saluda Ramsés, no me desmayaré, lo prometo. —dice la chica, levantando la mano izquierda, prometiéndolo.

El búho sonríe.

—Hola, Julia. Veo que ya está más enterada de esto —dice el búho. —, Creo que es momento de que te hablemos del porque estás aquí.

—Claro, Ramsés.

Pero antes de que Ramsés comience a contarle todo lo que pasa y porque está aquí, se escucha una noticia en la televisión que ya lleva un rato encendida.
Otro ataque de lobos, esta vez atacaron un auto donde iban cuatro personas del sexo femenino. Solo una sobreviviente. Julia comienza a poner atención a la noticia y cuando empieza a inspeccionar toda la pantalla se da cuenta de que ella conoce ese auto.

— ¡Es el auto de mi madre! —grita.

Las otras dos personas en la habitación y Ramsés voltean a ver la pantalla.
Informan que solo hay una sobreviviente. Es su madre y está muy grave en el hospital del pueblo. Necesita ir a verla, a pesar de que no ha sido la mejor madre pero es su madre y la ama.

Una lágrima cae por la mejilla de Julia en su rostro que también transmite preocupación.

—Vamos al hospital. Yo te llevo. —indica Sebastián.

Sebastián limpia la lágrima a Julia de su rostro.

Julia se incorpora completamente. Su mano aún le duele un poco.
Ramsés y el maestro Mehmud se quedan con Julia en lo que el chico de cabello corto lacio, ojos miel y cuerpo atlético se apresura a sacar el carro del garaje. Un Sabre GT. Estilo de esos autos de la franquicia de Rápido y Furioso.

La casa es grandísima, una mansión de varias hectáreas, prácticamente está a las afueras del pueblo, de tres pisos, es muy grande. Una persona que no la conoce se perdería en ella. Tienen de todo, su piscina, sala de juegos, cancha deportiva; el paraíso para un adolescente sano.

«Estará bien». Le repiten el búho y el señor de la larga barba a Julia. Ella sabe que esto está mal, es un ataque de lobo y su punto de referencia es como quedó el leñador de la otra semana, sabe que esto no pinta nada bien. Ellos dos saben aún más que esto está mal, pues ellos saben que esos no fueron lobos comunes. Ya se lo contaran a la chica cuando estén más tranquilos y en otro momento.