CAPITULO I: EN UNA NOCHE CUALQUIERA

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Un frío y tenue aire ronda la noche estrellada de este paraíso utópico donde pocos pueden llegar a entrar aquí; no existe: el dolor ,el hambre , el miedo. Es como si fuera el mismo cielo pero aquí solo se puede llegar de una forma siendo una deidad.


Este paraíso utópico son los místicos y legendarios Campos Elíseos donde los grandes dioses llegan a dar su descanso. Hasta el mítico Zeus ha estado en estos prados


En este paraíso reposa en paz un gran Dios el cual siempre ha sido temido por la humanidad , aquél el cual puede revivir a los muertos y se rige por encima de ellos....el gran Hades


Desde los grandes prados de este paraíso se divisa una gran colina y sobre ella una edificación , esta es el gran mausoleo de Hades aquí reposa su cuerpo ya que él siempre ha amado su cuerpo más que a nada en el universo nadie puede acercase a este lugar sagrado a excepción de Thanatos e Hiphos los dioses gemelos, los cuales son sus consejeros más cercanos.


Era la mitad de la noche en este paraíso cuando de repente abro los ojos y levanto la piedra que cubre mi tumba y en ella mi cuerpo. Habían pasado ya 400 años los cuales para mí fueron solo un respiro , me sentía agobiado fuera de contorno debido al tiempo que estuve dormido.


Apenas podía, mis piernas no me respondían para caminar, debía sujetarme de las paredes del mausoleo. Cuando llegué a la puerta después de un gran esfuerzo, las piernas me fallaron y caí abriendo la puerta, afortunadamente Tanathos estaba en los alrededores y al escuchar el gran ruido que provoque acudió.


Al verme su cara de sorpresa era tan notable que sin pensarlo me vino a socorrar ayudándome a caminar. Me llevó a mi palacio -el cual estaba como lo había dejado antes de sumirme al sueño-Cuando entramos al palacio me dejó en mi trono y me dijo:


-mi señor Hades fue gran sorpresa para nosotros sobre todo para mí, su inesperado despertar.


Entonces yo respondí - También para mí a sido una sorpresa mi despertar, pero ambos sabemos que esta sorpresa no significa nada bueno.


-Lo sé, mi señor, pero lo que realmente nos debe preocupar en este momento es que descanse, para que pueda recuperar sus fuerzas- dijo Thanatos , acepté el consejo y me dispuse a descansar. Antes de ir a mis aposentos Thanatos agregó - Señor, espero que este despertar no sea obra de su gran amigo- dijo con una risa picara.


Al decir esto yo solo asentí y emprendí el viaje hacía mis aposentos.


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