Salí decepcionado cuando la vi ahí, a media plaza abrazada de su ex-novio como si el tiempo no hubiera pasado. No hice escándalo, me di la vuelta y me alejé de tal espectáculo. Atravesé el estacionamiento con el corazón roto seguido de los gritos de ella en medio de un llanto que me parecía fingido de:
- "¡No te vayas, no es lo que parece!
Y tras ella la voz de un hombre que le decía:
- ¡Déjalo en paz, ya se fue, ya no corras!
Ante las miradas de las personas que ingresaban al centro comercial...
Fin.
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Microcuentos del corazón... Confesiones anónimas
RomanceEstamos hechos de miles de historias, de anécdotas divertidas, de pasajes tristes y dolorosos, momentos que cada cuanto los recordamos y nos volvemos a sentir de la misma forma que en la primera vez... Todas las historias tienen un porqué. Microcuen...