Historia 6: Es ella o yo

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Cuando conocí a Daniel,  ya había estado por mucho tiempo con ella.

Él decía siempre que era su único amor, desde que eran unos niños y jugaban a ser novios hasta que formalizaron en la adolescencia. Sus familias estaban muy contentas, pero cuando el viajó algunos kilómetros para empezar a estudiar la universidad, se olvidó de ella. Al menos de lunes a viernes, porque los fines de semana que se regresaba a su hogar volvía a los brazos de ella.

Nunca le reclamé que su amor fuera a medias, que incluso me presentaba como su "amiga" con sus amigos mas cercanos y familiares, pero quedaba claro que no era cualquier amiga, era su amiga especial porque me tomaba de la mano e incluso me besaba en público, y para mi que estaba de muerta de amor por él eso me bastaba. Estuvimos juntos mas tiempo de lo que realmente quisiera admitir, ahora veo lejanos esos días en los que salíamos tomados de la mano a comer, a caminar, a besarnos...

 No se si él llego a amarme tanto como yo, o si realmente era amor. Llegó a  ignorarme por días, no hablarme o mandarme mensajes, evitar verme, pero nunca se iba del todo. Muchas veces creí que el fin estaba cerca, porque pasaban muchos  meses y él estaba frío conmigo, distante.  

Si aparecía de repente algún muchacho interesado en mi, como dueño con su presa alegaba que yo era su novia, sus celos y su forma de "pelear por mi" hacía que se me olvidara el enojo, me hacía sentir importante en su vida, con eso mi tristeza y su frialdad de meses se iba al carajo. Mas de una ocasión le pregunté que por que no elegía de una vez, ella o yo, que no me enojaría si la elegía a ella (aunque me doliera en el alma). Y él como todo un patán decía "entre las dos, son la mujer perfecta" me besaba la mejilla y se me pasaba el berrinche.

 Tuve que tener una relación normal para darme cuenta que yo realmente era importante y podía sentirme amada y correspondida. Que no era normal esconderme de vez en cuando o asentir y sonreír cuando me presentaba como su "amiga". Quitar mi mano frente a conocidos de "ella" o evitar besarnos o demostrarnos cariños en lugares muy públicos.  

Después de un tiempo él regresó a mi vida como si nada hubiera pasado, intentado ser el caballero y  tonto de siempre que me hacía reír. Por chismes y rumores yo sabía que él pronto iba a casarse y descaradamente intentó que fuera su "amiga especial", pero yo ya no estaba para esas tonterías, ambos cambiamos, y creo que maduré el tiempo que me alejé  por lo sano. 

Entonces tomé valor no se de donde y le dije firmemente con mi corazón llorando:

"Prefiero que estés con ella y pienses en mi. Y no que estés conmigo pensando en ella"

Esa fue la ultima vez que lo vi.

Microcuentos del corazón... Confesiones anónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora