Capítulo 1: Una desde Grecia.

51 6 3
                                    

Atenas, Grecia. 2003.

—Sigo diciendo que es una pésima idea. Algo no me huele bien aquí, y cuando intuyo eso, siempre acierto.

—Uma, date la oportunidad por favor. Al menos habla con el visitante.

Caminaron por el gran pasillo del área de investigación de la Universidad. El hombre sólo seguía y seguía dando razones para que la jefa del Área de Ciencia Forense se diera el tiempo de hablar con un visitante de la Universidad de Oxford. Al caminar hacia el centro de experimentación de sustancias peligrosas; la doctora pasó su identificación por el lector de código; "Uma Dimitriou, jefa de Piso Forense", era lo que se podía leer en el gafete. Puso su mano en el lector de palmas para confirmar su identidad y pasó lo más rápido que pudo para que su asistente no la alcanzará y la puerta se cerrará en su cara, lo cual funcionó.

—No volveré a hablar con alguien de Inglaterra; son groseros, arrogantes y apestan a pies, unos asquerosos y sudorosos pies—. Hizo un gesto con la nariz indicando pestilencia. Su bata blanca se le arrugó por tal gesto.

—Te aseguro que no huele a pies, ya me asegure de eso—, al recordar el momento de oler al hombre sin que se diera cuenta, lo hizo erizarse de la piel—. Dijo... ¡que tenia que ver con tu familia!

Uma estaba ya caminando dejándolo hablar sólo, pero cuando escuchó aquellas palabras, se detuvo, se giró hacia el y camino rápidamente—. Sólo iré 5 minutos, pero si me empieza a enfurecer, lo sacaran de aquí a patadas... ¿de acuerdo?

  —————— 

La sala de espera era grande, a comparación de un hospital pequeño o un dentista. Había sillas, sillones, maquinas de café, y una recepcionista con cabello rubio dorado, con ojos pardos, demasiado joven para tener la edad de su gafete (35 años). Bryan Sykes estaba sentado en un sillón leyendo una revista de chismes adolescentes. Siempre estaba estudiando en su laboratorio, y siempre leía artículos científicos (lo cual no le disgustaba), pero nunca había leído una revista de jóvenes, y tuvo la curiosidad. A sus 55 años, ya se le veían algunas arrugas y un cabello canoso, pero no perdía la movilidad de sus articulaciones y su hambre por aprender.

—Veo que le gusta ver adolescentes en su tiempo libre—. Dice una mujer de forma retadora interrumpiéndo su lectura.

—Aún no entiendo que tiene de interesante saber que un artista abandonó a su novia por otra mujer, eso siempre pasa—, el visitante se puso de pie dejando la revista a un lado—, Bryan Sykes, Universidad de Oxford, encantado—. Dijo este tendiéndole la mano.

—Dígame que quiere, tengo cosas que hacer—. Ignora el gesto del profesor y se sienta.

—Veo que tiene resentimientos ante mi persona.

—No sobre su persona, sobre su país que se creen superiores y su escuela sobre valorada.

Se torna serio y le dice decididamente—. Cuando quiero, puedo ser una persona agradable y paciente; pero no tolerare una falta de respeto como la tuya. Así que exijo respeto, el mismo que tu pides de nosotros.

—Bien—, Uma da una media sonrisa y se sienta derecha cruzando una pierna—, ha captado mi atención—, se levanta y tiende su mano—. Uma Dimitriou, Universidad de Atenas.

El hombre no sabe como lo consiguió, pero da una sonrisa curiosa y saluda a la joven de no mas de ¿19 años?. Al parecer, era una superdotada, una genio, para alcanzar el alto puesto que ya tenía en aquel laboratorio.

—Mi asistente dijo que venia a hablar de mi familia; ¿es eso cierto?

—Claro—, dijo el hombre—, se que eres adoptada, y...—, recibió una mirada asesina de Uma, por lo que corrigió de inmediato—, no quiero que te espantes y me ataques con preguntas sobre si te he estado espiando; por que si, lo he hecho, pero es por una buena razón. Hace dos años, comprobé que las mujeres provienen de 7 antepasadas, las cuales dieron origen a las mujeres de Europa, y por consiguiente, del mundo. Desde entonces, en secreto, he estado investigando quienes son las Doppelgängers de aquellas madres del mundo. Y tu, mi querida Uma, eres la primera.

Uma estaba procesando toda la información, al mismo tiempo que tenía levantada una ceja por todos los datos que el profesor había dicho en menos de 1:30 minutos. Estaba sentada con una pierna cruzada, el brazo derecho apoyado en el respaldo de la silla con la mano en la barbilla. Al final, en vez de hacer tantas preguntas y renegar varías veces, sólo preguntó una cosa:

—¿Y cual es mi nombre verdadero?.

—Tu nombre, es Úrsula. La primogénita de Eva.

—¿Y nuestra misión?

—Su misión, es derrotar a un enemigo en común, cuyo nombre y propósito aún no se ha revelado. Y la mía, es juntarlas para que eso pase.

—Y supongo que ahora me pedirá que le ayude a encontrar a mis demás "hermanas", ¿no?—. Dijo sarcásticamente.

—Exacto.

Uma rodó los ojos y dio un suspiro—, Bien, sólo tengo una última pregunta—. Dijo poniéndose de pie.

—Dime querida.

—¿Tendremos alguna casa propia o refugio?. No puedo cargar toda mi ropa en maletas por aquí y por allá. Necesito tener un cuarto especial para mi—. Dijo indignada.

—Por supuesto.

—————— 

Mini capítulo 1. 😆

Uma Dimitriou en multimedia.😎😆

Nos leemos pronto. 👍👍😙😙

Las 7 hijas de Eva: Los Inicios. #LDAW2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora