Capítulo 2

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Narra Ian.

Miró el mensaje que me acaba de mandar mi novia,y chasqueo la lengua.

*Esta noche cenamos en casa de los Ross,mi padre se a empeñado en que asistamos. Recogeme a las 20:00, Te quiero*

No me aparece nada asistir.

¿Que pinto yo en esa cena?

Vale que Brandon Ross es socio de mi suegro,y por tanto es medio mi jefe, pero no creo que pinte yo nada en una cena familiar.

Vale si,soy el prometido de Betty Dallas,la hija de Nicolas Dallas,pero no me apetece nada ir a esa cena y punto.

Pero será mejor que asista,no quiero quedar mal delante de mis jefes.

-¿Ya se marcha señor Sharman?- Me pregunta mi secretaria y asiento.
-Tengo que hacer varios recados,en mi mesa te he dejado los planos para que los entregues- Le informo y asiente. -Hasta mañana señorita Nancy- Me despido y ella me sonríe coqueta.

Vale que estoy prometido,pero la vista es libre,y hasta que no este atado del todo,puedo permitirme el lujo de coquetear con chicas. Y más sin son tan hermosas como Nancy.

Bajo al garaje,y cuando compruebo que la persona con la que he quedado va hacia donde la he citado,me monto en mi moto y me dirijo hacia allí.

Bueno,pues permitirme que me presente.

Mi nombre es Ian Sharman,tengo 27 años,y aunque ahora mismo vivo en Los Angeles,soy de Manchester (Inglaterra).

Vengo de una familia muy humilde, aunque actualmente tengo una calidad de viva bastante buena.

Soy arquitecto,aunque esos no son los únicos estudios que tengo,a mis 27 años, tengo ni más ni menos que cuatro carreras universitarias.

Soy super dotado,y tengo un coeficiente intelectual muy elevado.

Mis padres me pagaron mis estudios a base de trabajar mucho,cosa que en estos momentos yo les estoy devolviendo.

Aunque en estos momentos soy un hombre muy feliz,para nada he tenido una vida fácil,tengo muchos secretos, que iréis descubriendo más adelante.

Actualmente estoy prometido con Betty Dallas,hija de uno de los constructores más famosos de Estados Unidos.

No es que la ame,para que engañarnos. Tampoco es que me case con ella por dinero,pero digamos que lo hago para mantener mi buen nivel de vida.

Aparco frente a la cafetería,y cuando veo que ya me esta esperando sonrió.

Me adentro con rapidez,y cuando llego a su lado la abrazo levantandola del suelo.

-Yo también me alegro de verte Romeo- Carcajea y la dejo en el suelo.

-¿Cuantas veces tengo que decirte que no me llames por mi segundo nombre?- Le pregunto serio pero vuelve a abrazarme.

-Anda no te enfades- Me hace pucheros y no puedo evitar besarle la frente. -¿Nos sentamos?- Asiento y vamos hacia una mesa.

No hay reglas para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora