Capítulo 14

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Narra Ian

Oigo como llaman a la puerta,y bufo iedo abrir.

Acabo de llegar a casa despues de un dia agotador de trabajo acumulado,¿No se quién cojones vendra a estas horas?

Abro,y frunzo el ceño ante la persona que me encuentro.

-¿Señor Dallas?- Cuestiono y el pasa sin pedir permiso.

Es la primera vez que mi suegro viene a mi casa,me atrevo a decir que habrá tenido que preguntar donde vivo, porque ni lo sabría.

-Buenas noches Sharman- Me saluda una vez dentro. -Vengo hablar contigo-

Hombre,pues ya suponía que venía ha eso,y por alguna razón estoy un poco asustado.

-¿Le parece bien hablar aquí,o nos vamos a mi despacho?- Le preguntó.

-Aquí estamos bien- Asiento y le señalo el sofá para que se siente.

-¿Le apetece beber algo?- Le ofrezco y niega. -Bueno,pues usted dirá- Musito sentándome algo alejado de el.

Suelta un suspiro,y me mira fijamente.

Es cierto que estoy algo inquieto,pero si piensa que me va ha incomodar,va listo.

-Mi hija me ha dicho que no quieres tener hijo- Escupe y maldigo para mis adentros.

¿Pero que le pasa a Betty? ¿Que palabra no entendió cuando le dije que su padre no podía seguir tan metido en nuestra relación?

-Eso no fue exactamente lo que dije- Me aflojo un poco la corbata. -Tan solo me enfade un poco porque no me consultó el tema de dejar las anticonceptivas, y le dije que por ahora no queria niños, que quiero disfrutar más de la relación a solas- Le explico.

Espero que le convenza,aunque en si esa es la verdad.

-Sabes perfectamente que quiero ser abuelo- Asiento. -¿Entonces porque obligas a mi hija tomar anticonceptivas?- Frunzo el ceño.

-Mm,yo no la obligo a nada,ella prefiere ese método a otro. Y se que quiere ser abuelo,pero en ningún momento estoy diciendo que no vaya a serlo,pero no quiero ser padre aún- Aclaro.

-Mi hija si quiere ser madre ya...-

-Pero en la relación somos dos personas, y ese tema nos incumbe a los dos- Le interrumpo.

Lo conozco,y se que está a punto de perder la paciencia.

Pero si el está así,yo también,porque un no entiendo a que ha venido.

-Vamos a ver Ian,veo que al parecer se te ha olvidado una cosita muy importante- Se levanta y comienza ha andar por el salón,y yo evidentemente le sigo con la mirada. -¿Quién te tendió su mano cuando llegaste a Los Ángeles con tan solo 23 años?- Se detiene y me mira. -Contesta- Ordena.

-Usted- Susurro.

-Exacto,todo lo que tienes es gracias a mi- Lo miro incrédulo. -Si no te hubieras topado conmigo estarías limpiando mesas en un bar de mala muerte-

-Permítame que dude eso,es cierto que me ayudó,pero tengo varias carreras, cualquier empresa me habría tendido la mano- Me defiendo.

-¿Y te habían ayudado con tus problemas también?- Trago en seco y le aparto la mirada. -Ves,sin mi no tendrías la vida que tienes-

No hay reglas para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora