De repente la sonrisa parecía haberse acostumbrado a aparecer por mi cara. No puedo decir que me disgustase.
Y todo por culpa de ese estúpido.
–¡Magnus, bienvenido de nuevo!
Todos los días me saludaba como si no nos hubiésemos visto en toda la semana, como si fuese un niño. Y algo en mi interior se encogía al verlo. Era demasiado adorable.
–Buenos días, Karel, ¿ha pasado algo bueno?
Sabía cuál era la siguiente respuesta, siempre era la misma. Pero aún así siempre preguntaba, no por si alguna vez cambiaba lo que Karel decía, si no para escucharlo día tras día.
–Ha pasado algo bueno: has venido. Vamos, hoy se ha hecho un poco tarde.
Y entonces nos quedábamos hablando durante horas. Y siempre se me hacían cortas.
...¿Qué? ¿Que si no me confesé?
Para nada.Dejad que explique la situación: soy un pecador. No tenía el derecho de tocar algo tan puro como Karel.
Sin embargo, eso no quitaba que disfrutase de su compañía, y que él sonriese cada vez que me veía, al igual que yo.Creí que ésto duraría para toda la eternidad. Pero olvidé que los ángeles y los demonios no deben congeniar.
El tiempo que pasé con Karel... no puedo recordar cuánto fue. Pero sin duda no todo el que me habría gustado, sin duda fue muy poco.No nos alarguemos. Dejemos de lado la palabrería sentimentalista, vayamos a ese día.
Como siempre, después de caminar por el mundo humano para despejarme, fui a ver a mi ángel. Pero ese día nos sorprendió visita. Una bastante indeseable, además, rodeando a Karel con espadas.
—¡Karel! —grité sin poder evitarlo.
Corrí en su dirección, pero... ¿cuántos ángeles superiores había ahí? Como sea, los suficientes para detenerme. Una especie de corriente eléctrica me recorrió de arriba abajo y me dejó de rodillas en el suelo, sin poder moverme.
—Creo que ésto confirma los rumores de tu relación con un demonio, Karel —dijo el que parecía el cabecilla.
Quise decir que él y yo no compartíamos ninguna relación, pero no tenía voz. De todas formas, Karel sí que no calló.
—¡No hagáis daño a Magnus, lo suplico, Raguel!
Raguel... Sin duda me había detenido casi sin esfuerzo. ¿Tan grave era el asunto como para enviar a uno de los siete arcángeles a que se encargase?
—Conoces las reglas, Karel. Y las reglas de Nuestro Señor han de cumplirse, la justicia ha de prevalecer. Pero tranquilo —se giró para mirar a mi querido Karel, sin una gota de emoción en su ya amargo rostro—, en la naturaleza de un demonio está el ser pecaminoso. El suyo no ha sido el delito más grave, y sin duda, el Rey Demonio está fuera de nuestra potestad...
Comenzó a caminar hacia el ángel atemorizado, lentamente, mientras veía cómo una luz en su mano comenzaba a materializarse en una espada.
Esa era la justicia de los cielos.—No... ¡NO! —tenía que pararlos. No podía dejar que...
Pero en ese momento, todo se volvió blanco. No recuerdo muy bien qué pasó... Solo una inmensidad blanca, y frente a mí, Karel.
Había escuchado de la capacidad de los ángeles de crear espacios de paz para los que están pasando por malos momentos... Y para los que estaban a punto de morir.Traté de alcanzarle, corrí gritando su nombre, pero él ya no podía quedarse por más tiempo, y de que quise agarrarle... Se había convertido en humo.
Algo en mi interior se rompió.Tras eso... el espacio blanco se volvió negro, y al volver a ver claramente me encontré con un escenario completamente rojo.
Los ángeles que nos habían acorralado estaban muertos a mis pies, todos menos Raguel, y mis manos estaban llenas de sangre.
No comprendí muy bien qué había pasado, era la primera vez que perdía el control de forma tan desproporcionada, y la única desde entonces.Busqué entre los cadáveres el cuerpo de mi Karel, no derramé ninguna lágrima, simplemente me levanté, cavé un hoyo frente al rosal, y ahí mismo enterré su cuerpo.
Tras eso, me fui.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
...
—Bueno, he aquí mi historia. ¿Contenta?
No sé si contenta del todo...
—Lástima, no pienso hablar más de ello.
Pero, una última pregunta... ¿Cómo le va al rosal?
—Ka... Está creciendo fuerte y bello. En nada se llenará de rosas blancas.
¿No eran rojas...?
—... No desde ese día.
~FIN~
ESTÁS LEYENDO
Demon's Liar
Fantasy¿Qué ocurre cuando un demonio aburrido de la vida conoce a un ángel que encuentra cada día lo bueno de estar vivo?