Rebelión ||Enigma 2 Temporada || Narry || Zouis|| AU||CANCELADA/NO LA CONTINUARÉ

Capítulo 10: Sangre en las manos

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Harry no sabía muy bien cómo desenvolverse con Niall.  Quería hacerle sentir feliz y seguro pero no quería hacer nada que pudiera hacerle sentir presionado en ningún sentido.

-Podemos hablar del tema.  De hecho quiero hablar del tema.  Contigo.  Eres la única persona a la que quiero contarle lo que ocurrió allí.

Harry se sentó junto a él y Niall le abrazó.

-Esta no es la noche de bodas que cualquiera esperase.

-Lo que importa es que estás a salvo. 

-No se que le ocurre a ese Clifford conmigo pero su odio hacia mí es increíble.  Siempre trataba mal a todos los chicos pero conmigo era increíble.  Y trate de evitar sus abusos muchas veces y casi siempre lo conseguí, excepto esta vez. 

-Le voy a matar y con las manos.

-Harry, fue aún peor que la otra vez.  Me golpeo y me violo sin que pareciese que fuese a terminar nunca.  Me daba descargas y me dejaba a oscuras en una habitación, sin saber si la siguiente vez iba a decidir matarme. 

-No le conozco.  No se de donde ha salido, el no forma parte del círculo de mis padres. 

-Quiero que le mates.  Pero antes quiero que todos sepan lo que hace.

-Lo haremos, Niall.  Te lo juro.

Liam estaba caminando nervioso por la casa.  Era ya tarde.  Se acercaba la noche.  Y Scott ni llegaba ni le avisaba de donde se encontraba.

Al fin se abrió la puerta.

-¡Maldita sea, Scott...!

Scott se le quedó mirando. 

-Me surgieron cosas -dijo. 

-Estás borracho.  ¿Has venido conduciendo así?

-Taxi.

-¡Estás muy borracho!  Ibas a venir pronto, lo prometiste. 

-Liam, no es porque quisiera  -dijo Scott mirando el escalón que daba paso al salón.  Dio un paso y trastabilló.  – Me surgieron algunas cosas.

-Cosas en vaso y con hielo, supongo.  Apestas a whisky.

-Tuve una reunión.  Y luego otra.  Y entonces me pidieron algo. 

-¿Qué?

-Que identificara unos rostros.  Sums a los que nadie ha reclamado.  Me dieron unas fotografías.  Y luego me llevaron al depósito.  Identifique a unos niños... niños, Liam.  Estaban quemados. 

-Dios mío...

-Entonces pensé en tomar una copa pero creo que no pude parar y... lo siento.

-Jason.  Siéntate.  Te voy a preparar un café.

-Deberías huir de mi.  No soy digno de ti ni de nadie.  Solo te he hecho sufrir.  ¿Por qué no salvé a esos niños?

-Scott... no puedes salvar al mundo.

-Me odiabas por eso.  Por no salvarles.  Y ahora finges que no importa. 

-He cambiado de opinión.

-Deberías mantenerla.  Porque les falle.  Les falle a todos.  Liam, no imagine que fueran a hacer algo así y debí imaginarlo.  Soy un fracaso y mis manos están manchadas de su sangre. 

-Scott...

-Te prometí que iba a venir temprano pero llego tarde y borracho, y no merezco tenerte.  Solo soy un hijo de puta que pagó por un sum que le gustaba y te encerré aquí conmigo.  No soy nada y...

-No me vas a espantar por mucho que lo intentes.  Te juro que me voy a quedar, no tendré en cuenta nada que digas hoy. 

-Deberías irte.  Fuera de Inglaterra...

-Siéntate ahí.  Te traeré café y agua.

Scott se derrumbó sobre el sofá.  Liam preparó rápidamente un café negro y cargado y volvió al salón.  Podía jurar que no había tardado quince minutos en total.

Y Scott estaba sentado en el sofá, mirando en silencio un arma otra vez.  Oscura como la muerte. Acariciaba el cañón sin emitir ni un ruido.

-¡DEJA ESO!

Liam gritó y el café cayó al suelo.  Arrojo el arma lejos y le sujetó la cara a Scott. 

-Para.  Para de hacer eso.

-No puedo sacarme los muertos de la cabeza.

-Tú estás vivo.  Yo estoy vivo.  Y te amo. 

-Tengo miedo.  Y no deberías amarme.

Liam le besó.

-Vamos a dormir.  No voy a dejarte solo.  Y tú no vas a dejarme solo a mi.

-¿A pesar de todo?

-No hagas preguntas absurdas.  Vamos a la cama.

-¿Juntos?

-Por supuesto.