没有; stray kids

huit.

Eran nueve.

Sólo quedaban nueve y los habían juntado en un grupo.

Nunca habían hecho eso antes. Chan estaba confuso y a la vez alegre, viviría bajo el mismo techo que Félix y nada podía ponerlo más feliz.

Excepto los pequeños besos que el menor y él se robaban o se daban a escondidas, también aquella noches cuándo Félix se escabullia a su habitación y veían películas hasta quedarse dormidos o cuando Félix le hablaba en inglés tan tiernamente cuando no podía pronunciar bien el coreano.

Cada una de esas pequeñas cosas llenaban el corazón de Chan y lo hacían latir descontroladamente.

Lo que Chan no esperaba era enamorarse de Félix.