Ving-trois.

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Había hecho lo que Chan exactamente quería que hiciera, llamar al manager en cuanto puso su escuálido y triste culo en la habitación de hotel que la compañía había conseguido para él. Minho llevaba dos semanas allí y se le veía muy tranquilo para haber sido eliminado pero según lo que le había dicho que él tenía un sitio donde volver si realmente no estaba en el grupo y eso para su desgracia le había caído como un cubo de agua fría sobre sus hombros hundiéndolo aún más en su desastrosa vida.

Aún no lograba comprender como en solo unos pocos días todo se había ido literalmente por el desagüe. Frustrado empuñó su cabello castaño oscuro y soltó un pequeño grito de frustración no queriendo llorar más por cosas que sabía que no tenían ya un arreglo, no podía más que esperar y rogar a cualquier dios que sus plegarias fueran escuchadas, pero sabía que aún tenía más problemas que simplemente su eliminación.

Ahí estaba Chan. De nuevo.

Estaba confundido, desde lo de Minho se había alejado pero no lo suficiente y aún seguía correspondiendo sus muestras de cariño pero todo había empeorado a raíz de la suya propia. Él simplemente se había cerrado.
Se había cerrado como si se tratara de una caja fuerte de la cual no sabía la combinación cargando inútilmente con la culpa cuando el sabía perfectamente que no la tenía.

Sacudió su cabeza y se dejó caer en la cómoda cama y el suave edredón de plumas cansado tanto física como mentalmente, no quería pensar en que todo su esfuerzo ahora iba a caer en saco roto.
Sabía perfectamente que estaba llenando su mente de cosas negativas pero antes de que pudiera seguir hundiéndose en su miseria su teléfono le distrajo.

Tenía un nuevo mensaje y gracias a Dios era Hyunjin.

Quizá su día no iba a acabar tan mal como había empezado.


El drama está llegando uwu.

 没有; stray kids Donde viven las historias. Descúbrelo ahora